La imagen de Binibèquer sigue en inexorable declive desde que el chiringuito Los Bucaneros echara el cierre y se abriera un enfrentamiento entre la familia titular y el Ayuntamiento de Sant Lluís para dirimir la concesión de este espacio, situado en dominio público marítimo-terrestre, por parte de la Demarcación de Costas.
Ahora la antigua terraza se ha convertido en improvisada zona de acampada donde, casi a diario, grupos de personas duermen a la intemperie y ocupan la plataforma sin que al parecer ninguna autoridad se lo impida. Los Bucaneros ha entrado en un limbo administrativo.
El Ayuntamiento sigue adelante con su intención de explotar el bar, de hecho, ya cuenta con la resolución definitiva de la concesión de Costas a su favor y, según informa el primer teniente de alcaldía, Pedro Tudurí, solo están pendientes de la toma de posesión. Para ello han solicitado la entrega de las llaves del bar y la caseta a través del organismo gestor del litoral, ahora dependiente de la Conselleria del Mar y Ciclo del Agua, a cargo del menorquín Juan Manuel Lafuente.
Evitar la judicialización del conflicto
El actual equipo de gobierno, de PP y Per Balears, ejecuta de este modo la iniciativa que puso en marcha la izquierda, con la socialista Carol Marquès como alcaldesa. En estos primeros meses del nuevo mandato municipal, los anteriores concesionarios han mantenido contacto con la alcaldesa, Dolores Tronch, y el concejal PedroTudurí. Su intención era clara: evitar la judicialización de este conflicto y convencer al Ayuntamiento para que renuncie al otorgamiento de la concesión, que no adopte el papel de intermediario y que permita a la familia Moysi, fundadores del emblemático chiringuito, seguir con la explotación y el cuidado de la zona.
Sin embargo, las reuniones no han tenido éxito. Nada parece evitar que el cierre se prolongue en el tiempo, si los anteriores titulares impugnan la resolución de Costas de otorgamiento de la concesión al Ayuntamiento.
En cualquier caso, la redacción de los pliegos de condiciones para sacar la explotación del bar a concurso por parte del Consistorio es un proceso largo, el chiringuito se pasará otra temporada con la persiana bajada y en claro deterioro.
Sin vigilancia policial
El concejal Pedro Tudurí, preguntado sobre las personas que duermen en la terraza, lo considera algo puntual; no hay una vigilancia policial específica, explica, y añade que no ha visto «nada extraño» en sus paseos habituales por esta playa.
La postura del PP en este asunto de Los Bucaneros también ha cambiado. En julio de 2022, cuando el Ayuntamiento decidió que optaría a la concesión, Tudurí, entonces en la oposición, afirmó ante el pleno que no veía acertado «competir con una empresa privada» que fundó y había explotado «con acierto» el chiringuito durante más de 50 años, dando servicio a turistas y residentes.
El apunte
Joaquín Sanchis: «Es una situación innecesaria, el bar podía estar abierto»
El portavoz de la familia que ostentaba la titularidad de la concesión, Joaquín Sanchis Moysi, ha declarado a «Es Diari» que lo que se vive en el chiringuito y la caseta, que prestan identidad a esta cala, «es una situación innecesaria, el bar podía estar abierto» si, añade, el Ayuntamiento no hubiera entrado en competencia con los antiguos concesionarios que lo explotaban y cuidaban. El aspecto actual entristece a los descendientes del fundador de Los Bucaneros y les reafirma en su intención de seguir luchando por recuperarlo, aunque sea en los tribunales.