Ciutadella apura el límite legal para incinerar cadáveres en el cementerio municipal y la espera de hasta seis días, en algunos casos, para efectuar las cremaciones causa malestar entre los familiares de difuntos.
Desde el Ayuntamiento de Ciutadella, que gestiona el camposanto, la alcaldesa Juana Mari Pons apunta que «por ley» los cuerpos pueden permanecer «un máximo de siete días» en el refrigerador mortuorio y que el modo de proceder en el cementerio se está siguiendo «de acuerdo con la normativa».
Las incineraciones se realizan según el orden de defunción, señala la alcaldesa Juana Mari Pons, y se practica una por día. «Podrían hacerse más, una por la mañana y otra por la tarde, por ejemplo, pero sería necesario destinar más dinero para disponer de más personal que hiciera horas extra», explica Pons, que se muestra prudente con el presupuesto del que dispone el Ayuntamiento de Ciutadella.
Un proceso largo
Desde el Consistorio subrayan que el proceso de cremación de los cadáveres es largo tanto por los protocolos de actuación establecidos que deben seguirse para proceder a la incineración y garantizar la calidad del servicio como por el funcionamiento del horno, que debe alcanzar en un período de tiempo que supone horas temperaturas extremas.
Durante todo el proceso, recuerda la alcaldesa de Ciutadella, Juana Mari Pons, deben atenderse las normas de prevención de riesgos laborales, medioambiental y sanidad mortuoria, así como los pasos marcados por los propios gestores en la orden de trabajo.
Entre otros actos, es necesario precalentar el horno crematorio antes de introducir el féretro, comprobar que la materia introducida queda totalmente incinerada y, pasadas unas horas, retirar y extraer de la cámara las cenizas resultantes para su depósito en la urna conforme a lo determinado en la orden de trabajo para su posterior entrega a los familiares o solicitantes.
Malestar y dolor de las familias
Este proceso que implica horas dificulta practicar, afirma Pons, más de una cremación por día, por lo que las semanas en las que se acumulan siete u ocho defunciones, como ha pasado recientemente, se alargan los tiempos de espera para efectuar incineraciones, con el consiguiente malestar y dolor que esto supone para los familiares de los fallecidos.
Por otro lado, confirman desde el Ayuntamiento de Ciutadella, el horno ha pasado todas las inspecciones y funciona correctamente.
El apunte
La alcaldesa reconoce que el cementerio es «el gran olvidado» y pide colaborar para mantenerlo
La alcaldesa de Ciutadella, Juana Mari Pons, reconoce que el cementerio municipal es «el gran olvidado» y afirma que las instalaciones han sufrido una «falta de mantenimiento y gestión importante» durante estos años. Explica que, desde que el nuevo equipo de gobierno del Consistorio asumió sus cargos, se han llevado a cabo una serie de inspecciones que han permitido conocer el estado en el que está el cementerio y hacer los requerimientos necesarios a los titulares de nichos y sepulturas que están en mal estado para que intervengan cuanto antes. En este sentido, la alcaldesa recuerda que el Ayuntamiento de Ciutadella solo tiene autoridad para mantener las zonas comunes del campo santo y pide colaboración para mantener en condiciones todo el cementerio. «Tenemos que hacerlo entre todos», insiste.