Empresas y particulares que esperan recibir avisos importantes o sobres que llevan en su interior pagarés y cheques denuncian demoras de días, semanas e incluso meses. La explicación detrás de esto es que montones de notificaciones administrativas, cartas ordinarias y paquetes siguen sin ser entregados a sus destinatarios mientras se acumulan en las oficinas de Correos de Menorca.
Los sindicatos que representan a los trabajadores de la empresa en la Isla reconocen esta situación y que, en el caso de las notificaciones administrativas, es decir, aquellas comunicaciones relativas a juzgados, ayuntamientos, Tráfico o Hacienda, entre otras administraciones, llevan sin ser entregadas desde junio.
Coinciden los portavoces de los sindicatos UGT y CGT que no se trata de un exceso de trabajo, sino de una falta de personal «brutal». Es el mismo aviso que dieron cuando aseguraron que los empleados de Correos estaban «desbordados» por la masiva solicitud de votos por correo en julio. Desde entonces, afirman, la situación no ha mejorado, sino que «ha empeorado».
11 puestos sin cubrir en Maó
Ejemplifican esa falta de contratación por parte de Correos con que, solo en la oficina de Maó, «hay, de media, 11 puestos sin cubrir» debido a las vacaciones, bajas y plazas estructurales. En Ciutadella, explican, también falta personal y el problema reside en que el reparto se efectúa desde Maó y Ciutadella.
Aun con la falta de trabajadores, los que desempeñan sus funciones en Maó tienen que repartir, además de en la ciudad, en Es Castell, Sant Lluís, Alaior y Es Mercadal. Los de Ciutadella, además de en poniente, en Ferreries. «Somos pocos y los kilómetros que tenemos que recorrer son muchos», reivindican, «con el tiempo muy ajustado» y vehículos «en mal estado que están meses sin pasar las revisiones oportunas».
La presión sobre los carteros no hace más que aumentar, lamentan, con «broncas por no repartir a tiempo el correo». Critican que el derecho a un servicio postal universal «no se está cumpliendo» y piden que cambie con urgencia la situación «lamentable» que condiciona su trabajo.
Es para flipar a colores... y dicen que el servicio funciona con normalidad... ¿Quién miente? Y quién tiene la autoridad para pedir cuentas a Correos... no puede ser como se ríen de nosotros, cada día peor...