Si en mayo de este año el Ayuntamiento de Es Castell estaba adecuando un solar en la zona de Fontanilles para que se convirtiera en un aparcamiento de cerca de 900 plazas, la realidad es que actualmente tan solo cuenta con algo más de 300.
El alcalde, Lluís Camps, considera que se trata de una «decisión a la desesperada» por parte del anterior equipo de gobierno. «Lo hicieron con unas elecciones encima y sin partida económica para ello», señala.
Con una licitación que se extiende a los próximos cuatro años, Camps asegura que no se previó «la seguridad del parking» en su momento. «Ahora tenemos que correr para hacer un proyecto de iluminación. Este tipo de soluciones no van ni con nuestra filosofía ni con nuestra forma de trabajar», puntualiza.
Dicho proyecto consiste en la instalación de una serie de farolas para dotar a la zona de «cierta seguridad». Además, también se hará énfasis en la organización de unos canales de entrada y salida del mismo aparcamiento.
«Dentro de la precariedad que existe por el tipo de parking del que se trata, nosotros tenemos que intentar ordenarlo un poco con una señal informativa de entrada para que los usuarios puedan acceder con mayor seguridad», recalca el primer edil.
«Son acciones extraordinarias que no se habían previsto en presupuesto. Este año tenemos que sacar recursos de otros sitios para poder dar soluciones en este tema de seguridad», insiste.
Por si fuera poco, los vecinos colindantes al parking de Fontanilles han hecho llegar al Consistorio sus quejas por la «cantidad de polvo y porquería» que se ha ido levantando todo el verano.
«Eso pasa cuando se hacen las cosas sin planificación ni presupuesto para tener previstas todas estas acciones a las que ahora tenemos que dar respuesta de forma improvisada», concluye el edil.
Y le diré una cosa más, asesórese bien antes de hacer cualquier cosa que afecte a nuestro dinero porque todo lo que toca lo estropea