El Consell ha tomado la determinación de prescindir, definitivamente, de los 34 bomberos semiprofesionales que han existido como tales desde que se creara el Servicio Insular de Prevención y Extinción de Incendios en 1994.
La eliminación de esta figura del bombero semiprofesional se hará efectiva a 31 de diciembre, un año después de la fecha prevista para su extinción. El pasado 13 de febrero, no obstante, se firmó una ampliación a la que le quedan tres meses de vigencia.
Los dos cursos de formación de los nuevos bomberos profesionales, uno de ellos aún en marcha, y el vacío legal que comporta esta categoría ‘semi' llevaron ya al anterior ejecutivo insular a anunciar la progresiva desaparición de esta figura. Algunos ayuntamientos ya han dejado de pagar este año la partida destinada a los semiprofesionales, ha informado el Consell.
De hecho, desde hace dos años el nuevo jefe insular del servicio ya había tomado la decisión, apoyada por el Consell, de retirar a los ‘semis' de todas las intervenciones que desarrollan los bomberos. Probablemente en busca de una salida menos traumática, a pesar de las nuevas incorporaciones a la plantilla, los semiprofesionales han seguido en el servicio con tareas limitadas a la atención de la centralita de los parques y al apoyo logístico.
El coste que supone la figura de estos bomberos ‘semis', en su mayoría policías locales o miembros de brigadas municipales, es de 303.000 euros anuales que revertirán en el servicio, ha explicado el conseller de Cooperación Local, Simón Gornés, quien este jueves informó al respecto en la reunión con los alcaldes y alcaldesas de la Isla celebrada en El Toro. Entre otras inversiones, se sustituirán dos camiones autobombas, se adquirirán nuevos EPIs, y están previstos cursos de formación específicos para la plantilla actual
El conseller indicó en el encuentro con los primeros ediles que la plantilla profesional se incrementará progresivamente. En 2024 debe ampliarse hasta los 60 efectivos, «y en los tres siguientes el servicio de carácter mancomunado entre Ayuntamientos y Consell deberá quedar integrado por entre 80 y 90 bomberos».
Esta ampliación ha de permitir que todos los equipos de intervención pasen a estar por formados por 6 efectivos cada vez que sea necesaria su presencia.
El apunte
El Plan Estratégico presentado hace dos años no sirve
El nuevo Plan Estratégico del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios no se ajusta a la realidad insular, está sobredimensionado y había que adaptarlo a Menorca.
Esa fue la conclusión a la que llegó el nuevo equipo de gobierno del Consell hace tres meses una vez analizado el documento que había sido presentado en diciembre de 2021 por la anterior consellera, Cristina Gómez, y el equipo multidisciplinar al que se le había encargado, liderado por Domingo Molina, doctor en Ciencias de Recursos Naturales e ingeniero de Montes.
Técnicos del Consell, explicó ayer el responsable de Cooperación, Simón Gornés, rehacen todo el trabajo licitado por el anterior Ejecutivo con un coste de 17.545 euros, «para adaptarlo a Menorca».
El plan, que presentaba una renovación de máximos, debía ejecutarse a diez años vista con un coste de 6,1 millones de euros. Contemplaba la creación de un tercer parque en Es Mercadal que ahora deja de ser una prioridad a corto o medio plazo, y la supresión de los bomberos semiprofesionales. Cuestionaba entonces la estabilidad de la plantilla, consideraba excesivo el parque de 26 vehículos y abogaba por una mejora organizativa y estructural. El documento nunca llegó al pleno de la corporación por lo que no se aprobó.
La reelaboración del plan , que pasa a denominarse Plan de Ordenación y Aplicación del Plan Estratégico tiene otra filosofía de partida, ha subrayado el conseller, «se trata de pasar del bombero reactivo que actúa cuando hay fuego al proactivo que lo hace de forma preventiva antes de que se produzca la emergencia». Se ampliará la cartera de servicios, la tecnificación de la plantilla, se establecerá la figura del gestor de demandas, creación de una central de comunicaciones y mejora de la red de repetidores.
El propósito del nuevo trabajo es conseguir que en cada turno de bomberos haya un especialista en cada posible emergencia, bien de incendios o vertidos químicos, entre otras.