El nuevo gobierno del PP en el Consell duda si seguir adelante con la construcción en Santa Rita de la residencia para personas con discapacidad física y dependencia que la propia Fundació de Discapacitats viene reclamando desde 2017. El hecho de que el protocolo de actuaciones entre las tres administraciones implicadas se firmara en plena campaña electoral, pocos días antes de los últimos comicios municipales de mayo, hace sospechar a la vicepresidenta primera de Bienestar Social, Carmen Reynés.
«Esto y nada es lo mismo. Que en cuatro años solo se haya redactado un protocolo y que, además, se firmara poco antes de acabar el mandato parece demasiado electoralista», dice Reynés. Además, la consellera asegura que «los colectivos a los que hemos consultado hasta ahora consideran excesivo plantear este macroproyecto en Menorca. Así que dudamos si llevarlo a cabo, pues quizás podamos atender esas necesidades sin asumir tanta inversión. Debemos ser coherentes con el dinero público».
En cualquier caso, Carmen Reynés anuncia que planteará la propuesta a los nuevos responsables del Govern y el Ayuntamiento «para encargar primero un estudio y hacer después una valoración conjunta de la situación».
Seis años de debate
Pero la propuesta lleva ya seis años debatiéndose con la Administración. La Coordinadora de Persones amb Discapacitat, la Lliga Reumatològica y las asociaciones de Parkinson y de afectados por la esclerosis múltiple tomaron la iniciativa y lograron que los órganos rectores de la Fundació per a Persones amb Discapacitat, que integran los ocho ayuntamientos, el Consell y 13 entidades sociales, avalaran el proyecto.
Los contactos se sucedieron a lo largo del mandato hasta cristalizar en un protocolo de actuaciones de siete hojas que compromete al Ayuntamiento de Ciutadella a ceder el solar de 6.224 metros cuadrados contiguo al de los futuros juzgados de Santa Rita para que se edifique esta residencia.
El grupo de trabajo formado por las entidades promotoras del proyecto insistió durante el mandato anterior al Consistorio para que agilizara la cesión de los terrenos, pero en ese momento el gobierno municipal priorizó la aportación del solar al Ministerio para construir los futuros juzgados. Por eso, solo pudo manifestar su «disposición» a hacer efectiva la cesión en el protocolo de actuaciones suscrito en plena campaña.
El centro, de 44 plazas (20 de ellas de centro de día), se promueve para alojar a enfermos de Parkinson y de esclerosis múltiple y a los afectados por reuma, lesiones medulares, ictus y enfermedades degenerativas. Según el protocolo, el Govern pondrá un máximo de 2,8 millones de los 3.776.349 euros en que se ha presupuestado inicialmente la obra.
Inicio de obras en 2026 y apertura en 2028
El protocolo para la construcción del centro fija el cronograma a seguir, con la previsión de que el próximo año se redacte el proyecto, las obras empiecen en 2026 y la residencia pueda entrar en funcionamiento en 2028. La consellera de Bienestar Social en el mandato anterior, Bàrbara Torrent, recuerda que la propuesta surgió de las entidades de la fundación.
La intención era crear una residencia complementaria del centro de día Carles Mir de Maó. Sin este recurso, recuerda, «hay personas que se ven abocadas a ingresar en un geriátrico en vez de ser atendidas en un centro especializado». «Nos vendría muy bien disponer de la residencia», coincidió ayer en apuntar la presidenta de la Associació Esclerosi Múltiple, Isabel Garriga. «Es una iniciativa que no debería tener color político y en la que tendríamos que ir todos a una».
El apunte
Un centro ‘inteligente’ que podría atender ya a 63 usuarios
El centro polivalente de referencia para personas con discapacidad física de Menorca fue concebido por la fundación como una residencia adaptada y accesible, provista de módulos de vivienda unifamiliar e independientes. Debía ser apta para estancias diurnas y nocturnas, promover la autonomía personal de los afectados y ofrecer servicios de rehabilitación y apoyo a las familias.
En su propuesta, se proyectó un edificio dotado de domótica, con sistemas de automatización, fibra óptica, 5G en las puertas y la posibilidad de monitorizar por wifi a los usuarios con una atención especial.
Una delegación de técnicos y miembros de la fundación visitó distintas residencias de discapacidad física en Barcelona y Madrid para conocer sus modelos arquitectónicos y de gestión. Los que causaron «mejor impresión» fueron los centros Trabensol de la capital y Casa dels Xuclis de la Ciudad Condal, por ajustarse también al presupuesto de 4 millones de euros fijado inicialmente para la obra.
El estudio de necesidades elaborado por la propia fundación detectó que 63 de los 398 usuarios con discapacidad física a los que ya se atiende en la Isla «podrían formar parte del proyecto desde hoy mismo». Pese a ello, se redujo la capacidad máxima de la residencia a 44 plazas, de las que 24 personas pernoctarían y otras 20 serían usuarias del centro de día.
Según los cálculos de la fundación, habría al menos unos 15 enfermos severos de Alzheimer susceptibles de ingresar en el centro. Además, se amparó en la estadística de neurología del Hospital Mateu Orfila para cifrar en 111 los enfermos de esclerosis múltiple, 15 los de esclerosis lateral amiotrófica, 300 de Parkinson y 200 aquejados por un ictus a lo largo del año, «a los que cabría añadir los pacientes en fase de secuelas permanentes».