El menorquín Xisco Cardona comunicó este jueves formalmente ante el Parlament que deja Vox. No se desprende de su escaño como diputado autonómico, ni como concejal de la oposición en el Ayuntamiento de Maó, pero se desvincula totalmente de la formación a la que representó en las elecciones. Abandona el Grupo Parlamentario, deja su ya expartido sin representación en el Consistorio mahonés, abandona la militancia y dimite de todos sus cargos orgánicos, lo que supone renunciar a ser coordinador general del partido en Menorca.
La formación de Abascal en la Isla, que se había reconstruido a duras penas y a contrarreloj en torno a la figura de Cardona para concurrir a las pasadas elecciones, se queda ahora a las primeras de cambio descabezada, con posturas divididas en torno a la actitud del partido con su exlíder y a la espera de que la dirección autonómica y nacional designe a un nuevo coordinador. La historia de Vox en Menorca se está escribiendo a golpe de crisis.
La despedida de Cardona del partido no ha sido precisamente silenciosa y ha despertado reacciones dispares entre su equipo en la Isla. El menorquín compareció ante los medios para mostrar su decepción con Vox. Consideró que condicionar el apoyo al techo de gasto, y el consiguiente desbloqueo de los presupuestos, a la implantación ya el próximo curso de la libre elección entre catalán y castellano en las aulas es un «chantaje» y una coacción» al PP «inadmisibles».
El hasta ayer número uno de Vox en Menorca defendió que las instrucciones del partido eran «precisas» en relación a la imposición de la libre elección de lengua de manera progresiva a lo largo de la legislatura y lamentó las prisas que la dirección autonómica ha mostrado al respecto. También el trato recibido, en alusión a su cese fulminante como portavoz adjunto tras reunirse con la presidenta del Govern, Marga Prohens. «Cualquier diputado puede hablar con otro miembro de la Cámara sin tener que pedir autorización».
Cardona subrayó que «la dignidad personal y la de mi familia están por encima de este sainete» y arguyó que su postura ha sido siempre en defensa del partido y de los acuerdos firmados. Tras el apoyo explícito de la cúpula nacional a la dirección balear en esta crisis, Cardona se mostró dolido: «He demostrado lealtad al partido y mi lealtad se ha pagado con deslealtad».
Apoyo de Alejandro Llabrés: «Le han dado un trato ruin»
La crisis despertó ayer en Menorca reacciones de solidaridad con Cardona, como la del coordinador de la formación en Es Castell, el que fuera candidato al Senado por la Isla, Alejandro Llabrés, que denunció que «le han tratado de la manera más ruin que se puede». Aseguraba desconocer la postura de sus compañeros en la Isla: «No nos hemos reunido todavía».
Su actitud ante el adiós de Cardona contrasta con la mostrada por el único cargo público del partido en Menorca, Maite de Medrano, consellera de Vox en el equipo de gobierno del Consell insular. De Medrano, que lleva tiempo distanciada de Cardona, reafirmó su lealtad al partido: «Soy de Vox desde su origen, soy la afiliada 505 y creo firmemente en su proyecto». Y en relación a la elección de un nuevo coordinador dejó un mensaje que admite interpretaciones: «Lo importante es que sea un coordinador coherente y fiel de verdad a las convicciones de Vox». Aunque no cierra la puerta, asegura que por el momento no ha recibido ninguna propuesta ni directriz para tomar el relevo de Cardona como coordinadora.
La vicecoordinadora del partido en la Isla, Pilar de Vicente, prefirió mantener silencio. Por el momento reina la incertidumbre. Compás de espera hasta que las cúpulas directivas de Madrid y Palma designen sucesor.
El apunte
Antoni Camps: «Se cargó el partido en Menorca y ahora, adiós muy buenas»
El que fuera líder del partido en la Isla, Antoni Camps, recurrió a las redes sociales para cargar tintas contra Cardona: «Se cargó el partido en Menorca, se aprovechó del trabajo de cuatro años y ahora, adiós muy buenas». «Y esto con la aquiescencia de la cúpula del partido, que prefirió lo bueno por conocer que lo malo conocido, y aplastó lo malo conocido», aseguró, en alusión al drástico proceso de renovación que aplicó entre los coordinadores municipales a su llegada. «Ahora no tienen ni diputado, ni partido en Menorca. Unos lumbreras».