Desde este sábado, el submarino S-161 «Arpão» de la Armada Portuguesa realiza una parada en el puerto de Maó para el descanso de sus 34 tripulantes. La nave viene de participar durante 19 días en la operación Sea Guardian de la OTAN, junto a otros buques de países aliados, y tras su estancia en Menorca seguirá patrullando el Mediterráneo central con tal de prevenir el tráfico de drogas, personas y armas en estas aguas.
Este lunes, el comandante del Arpão Felipe Clemente Taveira Pinto, acompañado por el comandante de la Base Naval de Maó, Federico Pérez Dueñas, han visitado a la directora insular del Estado, Isabel López Manchón, para exponer los objetivos de su misión. Durante los últimos días, el submarino luso también ha participado en el ejercicio Dynamic Mariner de la OTAN y el Mare Aperto para adiestrar a las fuerzas navales de la Alianza y certificar al Mando Naval italiano.
Al mismo tiempo, el «Arpão» alberga el exigente Curso Nacional de Comandantes de Submarinos. Se trata de uno de los dos submarinos de ataque de la clase Tridente de los que dispone Portugal. Este tipo de naves tienen una propulsión convencional y son difíciles de detectar. Además de la vigilancia del tráfico marino, también vela para detectar posibles focos de contaminación.