La financiación de la Ley de la Reserva de Biosfera de Menorca va a quitarle a Menorca un buen pellizco del reparto del Impuesto de Turismo Sostenible. Los presupuestos del Govern para el año 2024 reservan la primera partida para dotar económicamente la ley que se aprobó el pasado mes de febrero, cuatro millones de euros, 250.000 euros más que el mínimo de aportación autonómica que se exige en el articulado. El problema es que el Ejecutivo de Marga Prohens sacará ese dinero de la recaudación de la ecotasa, reduciendo de media un 25 por ciento la cantidad que le toca a Menorca para la reinversión del impuesto sobre las estancias turísticas.
El Govern tiene previsto recaudar el año próximo 136,1 millones de euros de la ecotasa y, según se establece en el decreto que desarrolla la ley del impuesto sobre estancias turísticas, a Menorca le corresponde un mínimo del 10,68 por ciento y un máximo del 14,03 por ciento del reparto, es decir, entre 14,5 y 19,09 millones de euros. Moviéndose en esa horquilla, los cuatro millones que se restan del reparto porque van a financiar la Ley de la Reserva de Biosfera se comerán entre el 27,5 por ciento y el 20,9 por ciento de la distribución territorializado para la Isla.
Cabe recordar que el artículo 77 de la Ley de la Reserva de Biosfera de Menorca, referido a la financiación, contempla un presupuesto mínimo de cinco millones de euros para cubrir los costes derivados de la condición de Reserva de Biosfera, con una aportación del 75 por ciento por parte del Govern, es decir, 3,75 millones, y de otro 25 por ciento por parte del Consell. El Grupo Popular en el Parlament fue muy crítico en la oposición con ese punto y exigió que el Govern transfiriera a modo de financiación incondicionada cinco millones de euros cada año al Consell insular para que dispusiera libremente de esa cantidad.
El Govern se compromete ahora a que sea el Consell quien decida a qué destina esos cuatro millones de euros que le entregará, pero el hecho de que salgan del reparto de la ecotasa condiciona en la práctica los proyectos, que deberán ajustarse a los requisitos que imponga la llamada Comisión del Impulso del Turismo Sostenible para su distribución. El Govern ya ha ido avanzando que pretende que se destinen prioritariamente a la mejora de zonas turísticas y al ciclo del agua y que sean finalistas.
El Govern también recurrirá a la ecotasa para sufragar su parte de la Ley de Capitalidad de Palma (20 millones) y de la Ley de Capitalidad de Eivissa (4 millones). El caso de Eivissa da un ejemplo de los problemas que pueden surgir con los fondos si se enmarcan en el impuesto de turismo sostenible. El Ayuntamiento de Eivissa ha anunciado que destinará los fondos a la reforma de la Avenida de España. Preguntado por el ajuste de esa inversión a los criterios de reparto de la ecotasa, el conseller de Hacienda, Antoni Costa, reconoció que habrá que «estudiarlo para ver cómo encaja».