La proliferación de edificaciones ilegales en suelo rústico se ha frenado en los últimos 20 años. Los núcleos de ‘hortals', que habían crecido descontroladamente desde la década de los 80, apenas suman medio centenar de construcciones más desde que en 2003 se aprobó el Plan Territorial Insular (PTI) y se abrió, con ello, la vía de la legalización.
Así se desprende, al menos, de la estadística anexa sobre la situación de los 38 asentamientos rurales y huertos de ocio que acompañan la documentación del PTI vigente desde hace dos décadas y la posterior revisión que el Consell aprobó en mayo de este año.
Según los datos recabados por el gabinete Ezquiaga, autor de ambos planes territoriales, a mediados de este año se contabilizaban 1.411 edificaciones en estos núcleos, solo medio centenar más que las registradas hace 20 años. Además, tanto la superficie afectada como el número de parcelas se mantiene casi inalterable desde entonces, y en algunos casos hasta ha retrocedido.
La acción judicial impulsada en Ciutadella, con la apertura de 700 expedientes por delitos urbanísticos, y la creación del Consorcio insular de Disciplina en Rústico también han influido para que el temor a la inspección haya disuadido de seguir construyendo en terrenos aún sin edificar de estos núcleos al mismo ritmo que a finales del siglo XX. Eso no ha evitado, no obstante, que muchos propietarios hayan seguido ampliando sus casas y construcciones sin permiso.
En estos 20 años solo dos núcleos han completado el proceso de legalización, Camp Sarg, en Sant Lluís, y Binicalsitx, en Ferreries. No obstante, el Plan Territorial también excluye de los nuevos criterios otros tres núcleos de Maó (Camí de na Ferranda, Serra Morena y el Camí de Baix), que «cuentan ya con una ordenación detallada». Los restantes 33 quedan a la espera.
40 metros y uso agrícola
El PTI diferencia entre éstos los 25 núcleos que, desde su origen, tienen un carácter «predominantemente residencial» (todos los de Ciutadella, Es Migjorn, Alaior, Es Castell y Sant Lluís) y los que solo cuentan con edificaciones vinculadas a huertos destinados al cultivo de ocio. Es el caso de Talatí de Baix (Maó) y Ses Capones, Biniatrum, Sant Francesc, Es Revolt des Cabrer, Tirassec, Camí de Sant Patrici y Darrere cementiri (Ferreries). En estos enclaves rebaja la superficie máxima a 40 metros cuadrados y dos metros y medio de altura y para construcciones exclusivamente de uso agrícola.