El Ayuntamiento de Ciutadella instalará cámaras de videovigilancia en los 16 accesos rodados al casco antiguo. Quiere prescindir con ello de la tarjeta amarilla con la que actualmente autoriza a acceder a transportistas y residentes y de las pilonas con las que restringe, a modo de barrera física, el paso a los vehículos fuera del horario establecido, entre las 8 y las 10.30 de la mañana y de 15 a 17.30 horas de la tarde.
Las cámaras leerán la matrícula de todos los vehículos que se acerquen a estas calles, facilitarán eldescanso y acceso a los vecinos que residen en el centro histórico y detectarán de manera más efectiva a quienes intenten entrar sin disponer del permiso preceptivo.
La medida, para la que se ha previsto una inversión inicial de 93.489 euros, será en un primer momento coercitiva. «Cuando la implantemos, habrá un periodo de consulta e información, pero luego pasaremos ya a sancionar a todos los vehículos no autorizados», avisa la concejal de Movilidad, Raquel Pericás.
«Nos evitaremos tener que renovar constantemente las tarjetas de autorización, y hasta quitar las pilonas, pero también valorar si cabe mantener o ampliar el horario actual de acceso», afirma.
«De hecho, también queremos eliminar el resquemor de los residentes, que se quejan por no poder acceder a sus casas para llevar la compra o por situaciones de urgencia fuera del horario establecido. Pero, en todo caso -agrega-, solo se permitirá llegar hasta allí, y no aparcar, que seguirá estando prohibido».
En la actualidad, el Ayuntamiento tiene expedidas entre 200 y 300 tarjetas amarillas a vecinos, residentes y transportistas para autorizarles a entrar con sus vehículos en el casco antiguo. Son una minoría frente a los 25.159 vehículos, entre coches, motocicletas y camiones, que conforman el parque móvil de Ciutadella.
La tarjeta amarilla permite a empadronados y transportistas circular por la zona peatonal de la ciudad, pero con el único objetivo de autorizarles a «acceder hasta su domicilio o efectuar labores de carga y descarga de mercancías» en horario comercial.
El nuevo Plan General en tramitación ya antepone la protección al residente ante el exceso de tráfico, hasta el punto que apuesta por ir liberando de coches el centro y forzar a los visitantes a aparcarlos en la periferia.
Tres nuevos radares
El gobierno municipal también ha previsto adquirir el próximo año tres nuevos radares con los que pacificar el tráfico en el casco urbano y las urbanizaciones. Ha reservado para ello una partida de 50.000 euros, que complementará la ya invertida años atrás en la instalación de radares pedagógicos en el Paseo Marítimo o la avenida Josep Mascaró Pasarius (Vía Perimetral).
Fa 20 anys que ja es fa a tots els cascs antics de Europa,feim tard.