El Ayuntamiento de Maó espera recaudar el año que viene 1,5 millones en multas, según figura en el capítulo de ingresos de los presupuestos de 2024. Esto representa un incremento de 900.000 euros (+150 %) con respecto a este año, debido a que se empezarán a tramitar las sanciones que se impongan a través de las cámaras y radares que se instalaron en febrero de 2022, y que hasta ahora han tenido una función disuasoria.
La previsión de ingresos se ha hecho con base a una estimación de infracción de un dos por ciento del total de vehículos que circulen por la zona, a partir de la información suministrada por la Policía Local. En este sentido, el interventor municipal recomienda hacer un seguimiento de la evolución real de este cálculo por si se detecta que no se llegará a cumplir.
Maó tiene previsto empezar a poner multas durante este invierno con las cámaras de seguridad instaladas en la Vía de Ronda, el centro de la ciudad y Sant Climent. Instaladas en 2022, hasta ahora han cumplido una función meramente disuasoria que ha permitido aumentar la seguridad en estas zonas.
Los radares establecen una velocidad límite de 30 o 50 kilómetros hora, según la ubicación de los radares, y en el caso de las cámaras de acceso a s’Esplanada, su función es solo permitir el paso solo para los vecinos.