Menorca está a la cola de vacunas inyectadas contra la gripe en la Comunidad Autónoma y la baja vacunación, con una cobertura total del 19,16 por ciento hasta el momento en la Isla, ha llevado al Área de Salud de Menorca a abrir la campaña a toda la población a partir de los seis meses de edad. El objetivo es ampliar el porcentaje de población menorquina inmunizada para contrarrestar el previsible incremento de presión en el sistema sanitario en enero.
La incidencia de virus respiratorios «va en aumento», indica el delegado del Sindicato Médico de Balears (Simebal) en Menorca, Claudio Triay. Los contagios de gripe, coronavirus y otros virus respiratorios en niños ya están poniendo a prueba al personal sanitario de la Isla y preocupa, especialmente, el repunte de casos y la predecible «avalancha» en Atención Primaria y los servicios de Urgencias a mediados de enero, coincidiendo con la festividad de Sant Antoni.
Parte de esa preocupación también responde a los niveles de vacunación, que con respecto a otros años han sufrido un descenso especialmente notable en Menorca. A pesar del llamamiento que se ha hecho desde el sistema sanitario para impulsar el ritmo de inoculación de dosis, el resultado no ha sido el esperado. Hasta ahora el número de vacunaciones es bajo y solo se ha inmunizado el 35,5 por ciento de la población diana de más de 60 años.
Porcentajes inferiores representan el grupo de entre cinco y 59 años, con un 5,7 por ciento, y el de la población diana menor de cinco años, con un 10,4 por ciento, pese a que el Área de Salud de Menorca abrió a mediados de diciembre la campaña de vacunación a toda la población a partir de los seis meses de edad. Desde la Conselleria justifican esta medida con que el colectivo de entre seis y 59 meses es un importante transmisor y vulnerable a sufrir cuadros graves.
Sin embargo, la denominada 'fatiga pandémica' y la consecuente tendencia a ir en contra del consejo de los responsables sanitarios ha hecho caer el número de vacunados y se alza como uno de los principales factores, señala Claudio Triay, de un notable estancamiento en la vacunación. «Es importante remarcar que el peligro sigue ahí y que la vacunación es necesaria», insiste Triay, que subraya la «preocupación» existente sobre el colectivo de personas mayores y vulnerables.
DataHablo de dónde quedo el respeto, harta de ver gente tosiendo y ahogándose con gripe y COVID entrando donde hay gente mayor que vio morir maridos hermanos etc por el COVID. Miedo ninguno, lleve la mascarilla cuando fue obligatoria, no me vacune ni para tomar un café o para que me invitarán a cenar en navidad, y aguante a todos estos que hoy van contagiando llamarme asesina por no vacunarme y esparcir el virus y señalarme por la calle. Se ve que ahora ya no vale eso de por nuestros mayores.....