Menorca cerró el 2023 con un aumento de las ventas de vehículos nuevos, aunque las cifras todavía siguen lejos de los años anteriores a la aparición de la covid. En total, durante los doce meses del año pasado, en la Isla se matricularon 1.685 vehículos, lo que representa un incremento del 5,25 por ciento respecto al 2022, según los últimos datos publicados por el Institut d'Estadística de les Illes Balears (Ibestat).
Aunque las cifras de matriculación no están estrictamente ligadas a las ventas, sí que permiten dibujar una panorámica de la situación actual del mercado, caracterizada por una recuperación que no sirve para acercarse a los niveles de ventas anteriores a la pandemia, cuando se encadenaron diversos ejercicios con cifras muy por encima de las dos mil unidades matriculadas, llegando a los 2.372 vehículos en 2017. Por este motivo, y a pesar del aumento de ventas, las sensaciones en los concesionarios de la Isla no son buenas, aunque se admite cierta mejoría, especialmente en el último tramo del año pasado.
«La valoración global que hacemos del 2023 es que se han vendido menos coches nuevos de los que se habrían tenido que vender, y el mercado de segunda mano ha funcionado más, aunque hay que señalar que el final de año ha sido mejor, y la tendencia ha cambiado desde el pasado mes de diciembre», afirma Marta Imedio, responsable de Menorca Automoción.
Largos plazos y precios altos
Desde los concesionarios de la Isla, apuntan a la subida de los precios de los coches, los largos plazos de entrega o las dudas de los clientes acerca de los distintos tipos de motorización, como algunas de las causas que están impidiendo una mayor recuperación de las ventas.
«Los coches están tardando, y esto es un problema, porque hay mucha gente que necesita un vehículo y no puede esperar medio año, y se acaba comprando un coche de segunda mano, aunque en este mercado también han subido los precios», señala Imedio, quien asegura que los plazos de entrega han bajado respecto a inicios del año pasado, aunque todavía se sitúan alrededor de los cinco meses.
Por su parte, el gerente de Bosch Automoción, David Bosch, recalca que «no ha sido el mejor año en cuanto a ventas, y las matriculaciones, principalmente, corresponden a pedidos del año anterior».
Bosch atribuye al crecimiento de los precios las dificultades para recuperar las ventas anteriores a la pandemia, y asegura que un mismo coche puede haber subido entre cinco mil y siete mil euros. «En el actual contexto económico de inflación general, hay mucha gente que viene a pedir precios y se marcha asustada, porque ahora en Menorca es imposible comprar un coche nuevo por menos de 20.000 euros», lamenta.
A todo ello se suman las dudas que generan los cambios tecnológicos, y desde los concesionarios reconocen que el actual momento de transición hacia el vehículo eléctrico crea indecisión entre los clientes. «Todo está un poco parado, porque la gente no sabe qué tipo de vehículo tiene que comprar y hay mucha incertidumbre en cuanto a la motorización, y al final esto hace que se enfríe el mercado», sentencian.
Joan Pera"no podemos viajar con el coche a la península por este gran problema". No es verdad, reserve cita en una ITV de la Península y así matará dos pájaros de un tiro...