Desesperante. Es el término que describe la situación que viven en el CEIP Margalida Florit, en Ciutadella, donde llevan desde el inicio de curso con el ascensor averiado, lo que obliga a subir en brazos a alumnos con movilidad reducida hasta el segundo piso del centro.
La avería en el elevador se produjo antes de que el alumnado iniciara el curso, a principios de septiembre y, a día de hoy, sigue sin resolverse la situación. Así lo expone la tutora de uno de los estudiantes afectados, Eva Morlà, quien muestra su indignación por la lentitud del trámite.
El Ayuntamiento de Ciutadella ha replicado este sábado que tuvo conocimiento de la situación hace solo diez días y que ha puesto en marcha las gestiones para la reparación de la avería.
«Hay una alumna que tiene movilidad reducida», expone la docente, quien señala que «cada día, o el portero o algún profesor tiene que subirla en brazos hasta su clase, en el segundo piso», donde están las aulas de quinto y sexto curso.
Además, otro alumno sufre una fisura en un pie «y el fisio le ha dicho que tiene para dos meses de ir en muletas», y un compañero suyo también precisa de estos apoyos por un esguince producido hace dos días y ha sido la gota que ha colmado el vaso. «Los tres van al segundo piso y necesitan ayuda», ya sea de los maestros o de otros estudiantes.
«La niña es pequeña y la podemos subir, pero los otros dos chicos son más grandes que yo, es imposible», lamenta Morlà, quien no entiende que la demora se prolongue ya cuatro meses. «Es una cuestión de barreras arquitectónicas», que afecta, por otro lado, al normal seguimiento de los horarios.
«A las 9, para bajar y subir del patio y a la hora de la salida, siempre hay que esperar cinco o diez minutos a que pase el resto del alumnado», para poder desplazar a los tres estudiantes con seguridad. Eso hace que lleguen siempre unos minutos más tarde que el resto.
El apunte
«Insistimos pero el presupuesto está pendiente de aprobación»
La docente del colegio de Ciutadella se queja de que «vinieron del Ayuntamiento para hacer un presupuesto para arreglar el ascensor, pero a día de hoy sigue pendiente de aprobación». Desde entonces, desde la dirección «se está insistiendo», pero no logran que se atienda su petición. «Hemos insistido mucho, por eso ya no queda otra que denunciar esta situación» que se prolonga desde el mes de septiembre.