Con 16 votos a favor de PP, PSM, Ciutadella Endavant y Vox y 5 abstenciones del PSOE, el pleno aprobó anoche de forma inicial la cesión de dos parcelas de Santa Rita al Govern, para construir el nuevo centro de salud.
Tras este primer paso y su correspondiente exposición pública de un mes, el Ayuntamiento podrá aprobar definitivamente la cesión y tramitar el traspaso.
El PSOE mantuvo su criterio y se abstuvo. Su portavoz, Carol Cerdà, defendió la ampliación del Canal Salat, por su mejor ubicación, porque sería más rápido y porque optar por Santa Rita supone «perder una zona importante donde se pueden desarrollar» otros proyectos relacionados con los servicios sociales. Además, no veían claro aprobar la cesión sin saber con qué servicios y qué especialidades contará el nuevo centro.
Pere Fiol reconoció que el PSM veía bien cualquiera de las opciones, siempre que haya una «mejora de los servicios en Ciutadella» y que los «entendidos decidan» si se puede potenciar con unidades de respiro, de convalecencia, de salud mental. Y reclamó «que no se politice» y que el proyecto vaya «ligado a la reforma del Canal Salat, para ofrecer otros servicios a la ciudadanía». Cuestión que también apuntó Carla Gener de Ciutadella Endavant, «porque tenemos carencias que allí pueden tener cabida». Maite de Medrano, de Vox, también dio el ‘sí', porque el nuevo centro es una demanda «real y objetiva».
Desde el equipo de gobierno, Joan Benejam celebró el «paso adelante» dado ayer y la alcaldesa, Juana Mari Pons, se refirió al compromiso del IB-Salut de fijar en Santa Rita la sede de las ambulancias y aseguró que tienen en cuenta que el Govern ya se comprometió a abordar la reforma del Canal Salat, que precisa de mejoras en sus cimientos.