El GOB ha denunciado que el proyecto de Autoridad Portuaria que ha salido a licitación para construir una rampa de varada en Cala Teulera, en el puerto de Maó, plantea «importantes deficiencias desde el punto de vista ambiental». En este sentido, recuerdan que se pretende habilitar esta rampa en una zona protegida, calificada como Área Natural de Especial Interés (ANEI), en una zona donde hay posibilidad ni espacio para estacionar y que todo este proyecto, que no cuenta con un estudio de impacto ambiental, puede alterar el hábitat de diversas especies marinas protegidas, algunas de ellas en peligro de extinción.
La entidad ecologista ha manifestado su preocupación ante esta actuación y ha solicitado la revisión del proyecto, así como la realización de un estudio de impacto ambiental completo para evaluar adecuadamente los posibles efectos negativos en el entorno natural. «La legislación ambiental es igual de obligatoria que las otras legislaciones», recuerda el GOB, que cree que «los organismos públicos tienen que ser los primeros en dar ejemplo».
Una de las críticas del GOB sobre el proyecto es que se ha eximido de que este cuente con un estudio de impacto ambiental, lo que evitaría que pasara lo que sucedió «en Cala Corb, donde se afectó a una especie protegida cuando se arrojaron materiales al fondo del mar para construir un muelle, lo que ha representado una paralización de cinco años».
Incide también en que al estar esta rampa en una zona rústica de especial protección «se da una incompatibilidad manifiesta entre el régimen de protección de los terrenos y las obras previstas». Afirma que una rampa de este tipo requiere una zona de maniobra para vehículos y remolques, así como un aparcamiento, pero con la calificación actual eso no es posible. «No parece posible ni hacer la instalación ni habilitar un estacionamiento de la dimensión que requiere la dotación que se quiere construir», avisa el GOB.
Por último, los ecologistas recuerdan que esta actuación pone en riesgo diversas especies marinas que están en peligro y están incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, y lamentan que el pliego de condiciones de la licitación de las obras plante el traslado a otra ubicación de dos especies de especial protección (Cymodocea nodosa y Cladocora caespitosa). El GOB recuerda que para trasladar estas especies se requiere autorizaciones previas y seguimiento para garantizar su supervivencia y adaptación en el nuevo entorno, y que «no se debe tomar a la ligera la idea de trasladar especies sin un estudio y planificación adecuados».