El fraude en las conexiones eléctricas se ha convertido en un problema al alza en España y Menorca no es una excepción. Endesa, a través de su filial e-distribución, ha revelado este lunes que durante 2023 se detectaron en la Isla un total de 25 enganches ilegales a la red.
Ciutadella está a la cabeza de este fraude con siete casos descubiertos, seguido por Maó (5), Es Castell (5), Es Mercadal (3), Sant Lluís (2), Alaior (1), Ferreries (1) y Es Migjorn (1). El total de energía robada por este método fue de 155.838 kWh.
Además de ser un delito, desde Endesa recuerdan que esta práctica supone un riesgo de seguridad grave, tanto para las personas que manipulan la red, como para los equipos, al tiempo que se convierte en una causa importante de incendio.
13 plantaciones de marihuana en Balears
En el caso de Balears, en el último año se han detectado un total de 671 casos de fraude eléctrico, de los que 13 estaban relacionados con plantaciones de marihuana, ninguna de ellas en Menorca. En el conjunto del archipiélago, la energía sustraída de forma ilegal fue de 6.641.500 kWh, de los cuales un 8,2 por ciento corresponden a las citadas plantaciones.
Por municipios, destacan los 280 expedientes de fraude abiertos en Palma, seguido por Llucmajor (52), Inca (29), Sant Antoni de Portmany y Santa Eulària des Riu (con 16 casos cada uno).
El fraude eléctrico ha aumentado de forma relevante en los últimos años hasta convertirse, según apuntan desde Endesa, en un problema grave. En cinco años los casos de manipulación de las instalaciones han aumentado un 35 por ciento y los relacionados con las plantaciones de marihuana un 70 por ciento.
Riesgo de muerte por la manipulación de la red
José Manuel Revuelta, director general de Redes de Endesa, apunta que la manipulación de las instalaciones eléctricas «supone un riesgo físico que puede provocar incluso la muerte de los implicados o de terceros que nada tiene que ver con esta práctica ilegal». Además, recuerda, perjudica la calidad del suministro del resto de hogares a su alrededor.
La energía sustraída por estos procedimientos equivale al consumo de 190.000 hogares en todo el país. Se estima que una plantación de marihuana consume 80 veces más que una vivienda normal. Endesa también detecta enganches ilegales de industrias y negocio. Solo el 2 por ciento de los expedientes corresponde a casas con una potencia contratada inferior a los 3 kw, las de consumo más bajo.
La proliferación de plantaciones de marihuana supone, además, un riesgo para la actuación de los inspectores y técnicos de la filial de Endesa, e-distribución, que se ven obligados a trabajar encapuchados para evitar ser identificados y acuden a realizar estos trabajos con escolta policial. Solo en el último año han intervenido en 2.400 operaciones de este tipo en todo el país.