Una de las quejas del sector del campo, ante la actual situación que atraviesa y que ha llevado a protestas en todo el país y gran parte de Europa, es la excesiva burocracia a la que tienen que hacer frente. Y para muestra una granja de cerdos de Menorca. Concretamente con nueve cerdas.
La denuncia viene de una payesa menorquina, Soraya Bosch Juan de Formatges Sa Roqueta, que tiene una granja de cerdas en Son Arret, en Ferreries. La granjera ha expuesto la situación en sus redes sociales después de que la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente del Govern le enviara un listado de toda la «documentación mínima» que tendría que remitir si quiere tener la autorización para tener una granja con más de cinco cerdos.
La retahíla de exigencias es un listado enorme que no acaba nunca, con la que solo de escucharlo tiraría para atrás a cualquiera. Año de la construcción de la granja, última reforma, censo de animales de diferentes categorías, documento de gestión ambiental, documento del plan de formación del personal, documento del plan de mantenimiento, plan de gestión de cadáveres, plano de toda la granja, naves enumeradas, medidas de las naves para calcular los animales que hay dentro, plazas ocupadas por cada recinto, tiempo de no ocupación… y no sigue «porque estaría una hora más» argumenta la granjera.
«Tengo solo nueve cerdas y no pienso perder el tiempo en toda esta documentación», afirma indignada Bosch, que no entiende que «nos hagan perder el tiempo con el enorme trabajo que tenemos y lo poco que nos pagan». Al final, la solución a la que ha recurrido la granjera de Son Arret para «ahorrarnos todo este papeleo» es quedarse con solo cinco cerdos. Tendrá menos animales, pero también menos quebraderos de cabeza.