Los usos permitidos en el antiguo edificio de Correos, de la calle Bon Aire, de Maó, son limitados. En el PGOU está calificado como equipamiento cívico, cultural y administrativo. Cuenta con una superficie hábil de 2.200 metros cuadrados distribuida entre sus plantas y la intención el Consell, que será su nuevo propietario una vez culmine la adquisición, será la de darle una utilidad que contribuya a la dinamización del centro de la ciudad.
Aunque hay numerosas ideas al respecto, desde la institución insular señalan que podrían derivarse oficinas de distintos departamentos, como el de Cultura, y probablemente la Oficina de Turismo dada su situación estratégica en el núcleo histórico de Maó.
En cualquier caso será imprescindible una inversión considerable para su restauración y posterior adecuación a sus nuevos usos dado el deterioro sufrido.
Cerrado desde otoño de 2018, cuando Correos trasladó sus dependencias a la calle Ciutadella, en un principio la cantidad sobre la que se especuló como precio del organismo estatal para su venta fue de 1,8 millones, que finalmente han quedado en 1,2.
Aunque también se barajó la opción de que el Ayuntamiento o el Govern pudieran entrar en la operación de compra, finalmente la titularidad exclusiva será del Consell.