El cuarto anuncio va a ser el bueno, salvo nueva demora inesperada. A partir del próximo lunes, 15 de abril, los infractores al exceso de velocidad que capten los radares instalados hace dos años en varios puntos del municipio de Maó serán sancionados económicamente en función del límite que superen.
Es la culminación definitiva de la tarea disuasoria que ha representado la instalación de los cinemómetros en la Vía de Ronda, a la altura de la calle Francesc Femenias, calle de Ses Quatre Boques y Sant Climent durante los dos últimos años. Este tiempo incluye el largo periodo en el que los ciudadanos tuvieron una información confusa porque creían que los radares sí sancionaban cuando no lo hacían.
Esa finalidad disuasoria, no obstante, ha tenido su reflejo en la reducción del número de accidentes en estas tres vías de gran presión de tráfico, como apunta la teniente de alcalcía, Dolors Antonio, «siempre hemos dicho que los radares no tenían un afán recaudatorio, sino que buscan mejorar la seguridad».
El 92 por ciento respeta los límites
Según los datos actualizados que maneja el equipo de gobierno el 92 por ciento de los conductores respeta los límites de velocidad de 30 y 50 kilómetros por hora. Quiere esto decir que 1.552 vehículos de media al día siguen siendo infractores entre los 19.405 que supone la intensidad media diaria de tráfico a lo largo del año pasado en la Via de Ronda, según los datos que recoge el Consell.
Tras su puesta en funcionamiento en febrero de 2022, no fue hasta septiembre de 2023 cuando el alcalde, Héctor Pons, informó que los radares no sancionaban sino que solo recogían datos Entonces se anunció que lo harían en invierno y posteriormente en febrero, pero finalmente será el 15 de abril cuando lo hagan.
El retraso se ha debido, preciso ayer Antonio, a la necesidad de ajustar todos los pasos necesarios en base a los informes de la Policía Local «para que su puesta en marcha se haga ahora con todas las garantías». La transmisión de las imágenes de la empresa de los radares a la Policia Local ha sido el último detalle a corregir.
Esta semana los agentes y los canales de comunicación del Ayuntamiento informarán a los conductores sobre la obligatoriedad de ajustar la velocidad a la que reflejan las señales en el entorno de cada radar.
Nos mean en la cara y nos dicen que llueve. Esta chusma política (la que gobierna y la que no) es simple y llanamente lo que nos merecemos. Ahí se os caiga la cara de vergüenza