El empuje de las energías renovables está reduciendo el nivel de producción de la central de Maó a mínimos históricos, cifras que no se veían desde hace al menos tres décadas. El Institut d'Estadística de Balears publicó este martes los datos de demanda y generación eléctrica de la Isla referente al mes de abril y en los cuatro primeros meses del año la térmica de Endesa ha generado 89.906,9 MWh (megavatios hora), lo que supone un descenso del 8,5 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado.
Más llamativa si la comparación se remonta tan solo cuatro años atrás. Desde entonces el descenso es de casi el 24 por ciento. La avalancha de instalaciones de autoconsumo y la reciente puesta en marcha de cuatro nuevos parques solares –en especial el de Son Salomó II– están detrás de esta caída de la producción en la central de Maó, que en las horas centrales de los días soleados funciona a mínimos solo por motivos de estabilidad del sistema eléctrico menorquín.
Para entender la pujanza de las energías renovables ya en esta primera fase de la transición energética vale la pena atender a la distribución porcentual de la generación eléctrica en la Isla. Hace un año a estas alturas la central se había encargado de generar el 96,4 por ciento de la energía producido en Menorca. Un año más tarde, en el acumulado entre enero y abril la preponderancia de la térmica del puerto de Maó ha caído al 85,99 por ciento. Las renovables en cambio han pasado de representar apenas el 3,6 por ciento al 14 por ciento.
Si se tiene en cuenta la energía que llega del enlace submarino con Mallorca, la contribución de la central de Maó a la satisfacción de la demanda eléctrica de la Isla ha caído en estos primeros cuatro meses del año hasta el 70,8 por ciento, cuando hace un año ese porcentaje se quedaba en el 77,1 por ciento. Es previsible que esta tendencia vaya a más.