Santiago Barber tomó las riendas de Vox como coordinador insular el pasado marzo con el objetivo de que «no se hundiera el partido» y anoche los resultados demostraron que Vox está presente y «tiene margen de mejora», declaró.
Los de Abascal obtuvieron 2.153 votos, el 7,52 por ciento, más de cuatro puntos por encima del resultado de hace cinco años: en 2019 fueron 1.317 sufragios, el 3,43 por ciento de los emitidos, por lo que su evolución en las europeas ha sido ascendente.
Cierto es que Vox ha despegado gracias al tirón nacional y a la ola de extrema derecha que recorre Europa, pero también se ha sobrepuesto a un último año en el que la formación en Menorca se hallaba en una crisis interna que parecía llevarla a la desaparición del mapa político insular. No ha sido así.
Las elecciones al Parlamento Europeo han situado a Vox como tercera fuerza política en la Isla, ha subido en votos en todos los municipios, incluidos algunos denominados como bastiones tradicionales de la izquierda, por ejemplo, Maó. «Tenemos un equipo sólido en Menorca, vamos por buen camino», aseguró ayer Barber.