El mes de mayo ha dejado un registro histórico de producción de energía a partir de fuentes renovables en la Isla. Según los datos cerrados hechos públicos esta semana por el Institut d'Estadística de Balears (Ibestat), los parques solares en funcionamiento han generado 8.745 megavatios hora (MWh), lo que supone prácticamente doblar la aportación al sistema en relación al mes de abril. Si la comparación se hace con el mismo mes del año pasado queda todavía más patente el enorme salto que ha dado la producción renovable. En un año se ha multiplicado por siete.
Esos niveles nunca vistos de generación de energía de los parques solares han permitido que el 25,9 por ciento de la energía producida en la Isla haya sido renovable (hace un mes fue del 18 por ciento y hace un año del 3,2 por ciento), reduciendo las necesidades de consumo de combustibles fósiles en la central de Maó e incluso forzando la limitación de la producción de los parques en las horas centrales del día, las de mayor irradiación solar, y desviando el excedente de energía a Mallorca a través del cable submarino.
La fuerte penetración de renovables en el sistema ha permitido que, a pesar del incremento de la demanda asociado al inicio de la temporada turística, la central de Maó haya seguido en niveles bajos de funcionamiento en relación a la serie histórica. Mientras el consumo eléctrico ha crecido un 18,3 por ciento de abril a mayo, la generación en la central de Maó solo ha tenido que aumentar un 11,61 por ciento.
En el mes de mayo, del balance de funcionamiento del cable submarino ha resultado un aporte favorable a la Isla de 4.944,7 MWh, el 12,8 por ciento de la demanda. Cabe subrayar aquí que la aportación del enlace submarino para satisfacer la demanda insular ha sido inferior –prácticamente la mitad– a la de los parques fotovoltaicos. En estos momentos gran parte de esa generación verde proviene de la ampliación de Son Salomó.
Un 26%, vamos bien. Pero en la península, según leo, un 50%. Ya no vamos tan bien.