La revisión fiscal en Alaior incrementará el tipo de gravamen del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) del 0,60 por ciento actual al 0,71 por ciento para las fincas urbanas, y del 0,75 al 0,79 para las rústicas, según la propuesta que llevará al pleno extraordinario del día 14 el equipo de gobierno del PP.
La comisión municipal de cuentas trató ayer la subida impositiva y posteriormente en la junta de portavoces la oposición del PSOE y Avançam solicitó, sin éxito, el retraso de la convocatoria de una sesión en la que se aprobará la subida en bloque de cuatro impuestos (bienes inmuebles, construcciones y obras, vehículos y plusvalías) y tres tasas (servicios de policía local, basuras, y expedición de documentos administrativos).
El nuevo IBI sitúa Alaior entre los cuatro municipios menorquines con el tipo impositivo más alto de este impuesto que grava el valor de los bienes inmuebles y que recae sobre sus titulares. En la parte alta de la tabla están Ferreries con un 0,75 por ciento; Es Castell con el 0,72 por ciento; y Ciutadella con un tipo del 0,719 por ciento.
La menor presión fiscal sobre los inmuebles se da en Es Migjorn Gran, que mantiene un tipo del 0,55 por ciento sobre el valor catastral tanto en fincas urbanas como en rústicas; en Es Mercadal con un 0,61 por ciento también para ambas tipologías; Sant Lluís, con el 0,65 por ciento para IBI urbanos y rústico; y por último Maó, que tuvo que rebajarlo del 0,67 por ciento al 0,66 para compensar la creación de la nueva tasa de residuos que debe cubrir el coste del nuevo servicio de recogida puerta a puerta, después de que el equipo de gobierno en minoría del PSOE viera tumbada su propuesta.
Los socialistas tuvieron que pactar la tasa de basura con PP y Ara Maó, que vino acompañada de esa ligera reducción de una centésima en el tipo del IBI, a su vez equilibrando la bajada de ingresos con otra subida, la del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).
El equipo de gobierno del PP en Alaior argumenta, frente a las críticas de la izquierda que considera «desmesurado» el aumento de la presión fiscal, que el IBI ha permanecido congelado desde hace más de una década. El tipo de gravamen estaba en el 0,54 por ciento en el año 2019 –entonces era el más bajo de toda Menorca–, y en 2020 pasó al 0,60 por ciento, según los datos de la Dirección General del Catastro; hace diez años, en 2014 el tipo se fijó en el 0,5760 por ciento. Bajo la alcaldía también del PP, con Misericordia Sugrañes, también hubo modificaciones de este impuesto a la baja. El tipo impositivo experimentará pues la primera modificación de los últimos cuatro años.
La tendencia de los ayuntamientos menorquines en estos últimos cinco años ha sido de estabilidad en los tipos del IBI urbano, que en la mayoría de los casos se han mantenido congelados. Solo Maó lo recortó esa centésima vinculada a la tasa de basura, Es Migjorn Gran lo mantiene por debajo del 0,60 por ciento, en concreto un 0,55, y precisamente Alaior lo incrementó del 0,54 de 2019 al 0,60 que tiene en la actualidad, hasta que se apruebe la subida en el próximo pleno.
En cuanto al IBI de fincas rústicas, este permanece igual que hace cinco años en todos los municipios, salvo en Es Migjorn Gran, donde ha experimentado un aumento en este último lustro del 0,30 por ciento al 0,55 por ciento actual. El IBI más alto en rústico lo tienen Ferreries y Alaior, con un 0,75 por ciento en ambos casos.
El apunte
El PP: «Se ha retrasado todo lo posible esta actualización»
El presidente del PP de Alaior, Luis Arévalo, cargo ayer contra la oposición socialista y de Avançam de quienes afirmó que «es fácil vivir fuera del mundo real, haciendo demagogia y con actitud destructiva», en referencia a las críticas contra una actualización fiscal que «el equipo de gobierno ha retrasado todo lo que ha podido» pero que es «inevitable». En un comunicado los populares sostienen que Alaior sigue siendo el pueblo con los impuestos más bajos de toda Menorca, y explican que el año pasado, de cara al presente ejercicio, el Ayuntamiento de Alaior decidió utilizar parte del remanente para cubrir contingencias presupuestarias ordinarias.
Una medida «loable», señala el partido, y posible «gracias a la buena gestión económica llevada a cabo en los últimos años». Enumera Arévalo algunos de los proyectos municipales como la creación del Casal Jove, el centro de arte contemporáneo LÔAC, la inauguración del Convent de Sant Diego o la reforma de las calles de Es Ramal, Sant Josep, Sant Diego Vell así como algunas vías de Cala en Porter y la obra de pluviales en el núcleo, como muestra de las iniciativas llevadas a cabo pese a la congelación, afirma, de los impuestos. Un dinero, añade, que los ciudadanos de Alaior han podido tener en sus bolsillos para afrontar necesidades, especialmente en la pandemia.