El Govern estudia habilitar con fondos propios una línea de ayudas para paliar las consecuencias de la DANA que estos días azotó Menorca, además de ofrecer apoyo con personal a los ayuntamientos para agilizar los trámites relacionados con las valoraciones de daños. Se trataría de una línea de ayudas paralela a la anunciada este viernes por el Consell. Por otra parte, se tramitará la declaración de zona catastrófica para que el Gobierno central compense a los damnificados por los destrozos en Es Mercadal, Alaior y sus núcleos rurales.
La presidenta del Govern, Marga Prohens, ha hecho este anuncio durante una visita a las zonas de estos dos municipios más golpeadas por las tormentas, acompañada por la consellera de Presidencia y Administraciones Públicas, Antònia Estarellas; el presidente del Consell de Menorca, Adolfo Vilafranca; y los alcaldes de Es Mercadal y Alaior, Joan Palliser y José Luis Benejam.
Las ayudas del Govern buscarán cubrir la reparación de desperfectos, «en algún caso muy cuantiosos», «de la manera más rápida posible». Las obras podrían no sólo centrarse en recuperar las infraestructuras dañadas sino también en prepararse y «evitar que esto, en la medida de lo posible, pueda pasar en un futuro».
Además, aportando personal esperan agilizar los procesos administrativos de los ayuntamientos y así contribuir a que las prestaciones económicas lleguen «lo antes posible a los vecinos». «Nos hemos encontrado ya con vecinos que nos dicen que ya han rellenado los formularios», ha apuntado Prohens.
Al mismo tiempo, la presidenta confía en obtener la declaración de zona catastrófica por parte del Consejo de Ministros, visto el «compromiso ayer de la vicepresidenta», la ministra para la Transición Ecológica Teresa Ribera.
La líder del Ejecutivo balear entiende que ahora sólo falta que las instituciones isleñas trasladen al Gobierno toda la información relativa a la evaluación de daños: «Lo más importante ahora es que las instituciones trabajen codo con codo y de manera coordinada».
Las alertas «han funcionado» pero hay parte «incontrolable»
Prohens ha celebrado que «las alertas han funcionado» si bien «hay una parte de la naturaleza que es incontrolable». En este sentido ha celebrado que los daños sean únicamente materiales, aplaudiendo «la responsabilidad que ha demostrado la población en general haciendo caso a estas alertas».
La líder autonómica también ha aprovechado esta intervención para agradecer la labor de los equipos de emergencias y voluntarios, que demuestran que Balears es «un pueblo solidario».
La presidenta también ha señalado que ha estado en contacto permanente con las instituciones implicadas y ha lamentado no haber podido desplazarse hasta Menorca antes debido a la complicada situación del aeropuerto de Palma --otro asunto sobre el que ha estado pendiente, ha apostillado--.
Según ha explicado Prohens, se ha desactivado el nivel de riesgo del plan Meteobal en todas las Islas, pero en Menorca se ha decidido mantener el del plan Inunbal atendiendo a que, por la gran cantidad de agua que ha caído, es más difícil que el territorio absorba nuevas precipitaciones que puedan darse en las próximas horas.
Revisión por posibles actuaciones de urgencia
Por su parte, el presidente del Consell ha explicado que están yendo «casa por casa» y que el lunes comenzarán a revisar más puntos para evaluar posibles actuaciones de urgencia. Preocupan especialmente determinados puntos de carreteras que pueden necesitan un asfaltado: «Queremos asegurar su solidez estructural», ha apuntado Vilafranca.
El presidente insular ha recordado que siguen cerradas las carreteras de Torre-solí en Alaior y el Camí Tramuntana de Es Mercadal y que trabajan para abrirlas lo antes posible.
El Consell ya avanzó que solicitará al Gobierno la declaración de zona catastrófica una vez haya elaborado el inventario de daños, en su visita junto a la vicepresidenta Teresa Ribera. Además, estudia habilitar con fondos propios una línea de ayudas para los municipios.