El solar habilitado como parking junto al torrente de Cala en Porter se ha visto perjudicado por el aguacero del pasado jueves, lo que aumenta el peligro que llevó a su propietario a cerrarlo con rocas para evitar que los vehículos estacionaran el pasado junio, aunque el Ayuntamiento lo reabrió en las dos ocasiones gracias a la autorización del departamento de Costas del Govern.
El firme de tierra de esta parcela se ha visto poblado de agujeros y grietas a raíz de la gran cantidad de agua que se arrastró por el torrente hasta provocar que reabriera su cauce natural hacia el mar en medio de la playa. La fuerza del agua arrancó árboles situados en el entorno del torrente y también se llevó varias de las rocas allí depositadas a pesar de su peso, en torno a una tonelada.
Lo sucedido, en opinión de su propietario, José de Juan López, viene a confirmar «el peligro que representa» este estacionamiento, que fue el motivo esgrimido para bloquearlo en dos ocasiones.
Aquellas dos intervenciones le han valido la apertura de sendos expedientes por parte del Ayuntamiento, al carecer de licencia para realizarlas, al tiempo que él ha demandado al alcalde Alaior, José Luis Benejam por prevaricación.
De Juan López había sido citado a declarar por la jueza que instruye la causa el pasado 25 de julio, como denunciante, pero finalmente la cita se aplazó hasta que el Ayuntamiento aporte el informe jurídico que deben realizar los técnicos del consistorio.
El dueño de la parcela reitera que existe un informe geológico revelador de la existencia de aguas subterráneas en ese terreno, además de no hallarse compactado. Hay oscilaciones que son producto del hundimiento en algunas zonas debido a los fenómenos naturales y al peso de los turismos y autocaravanas que estacionan regularmente.
«Podía haber ocurrido una desgracia con la torrentada de la semana pasada», por la posibilidad de que hubiera coches ocupados en el aparcamiento en precario, y se pregunta entonces, quién se habría hecho responsable.