Las infraestructuras educativas de Alaior y Es Mercadal no se han librado de las consecuencias de las precipitaciones de la DANA a su paso por la Isla el pasado jueves. En este sentido, el edificio más perjudicado es el IES Josep Miquel Guàrdia de Alaior.
La parte del instituto que ha resultado más damnificada ha sido el polideportivo, donde el suelo de parquet se ha levantado a causa de la gran cantidad de agua acumulada. Esto ha dejado la tarima totalmente inservible, tal y como pudo apreciar de primera mano la directora territorial de Educación en la Isla, Àlex Marqués. La misma Marqués explica que se están «agilizando los trámites» para que los técnicos puedan empezar a trabajar en su renovación, total o parcial —aún por definir— lo antes posible.
Sin tiempo
Con apenas tres semanas de margen hasta el inicio del curso escolar, la directora territorial ve «imposible» que se pueda dejar el parquet arreglado antes de que empiecen las clases, aunque afirma que los trabajos quedarán acabados «a lo largo del primer trimestre». Por si fuera poco, el sótano del centro también se inundó y algunas puertas tendrán que ser cambiadas.
Respecto a los dos colegios alaiorenses Mestre Duran y Doctor Comas, el agua también se coló, pero de forma menos significativa. «No hay grandes desperfectos», indica Marqués.
Goteras en Es Mercadal
Por otro lado, en el CEIP Mare de Déu del Toro de Es Mercadal no se ha registrado apenas ningún daño aunque la antigüedad del edificio invitase a pensar todo lo contrario en un principio. La delegada de Educación en la Isla cuenta que tan solo se produjeron «algunas goteras» a causa de las fuertes e intensas lluvias.
El apunte
El techo de la ‘escoleta’ de Es Mercadal permitió la filtración del agua
La Escola Infantil Arc de Sant Martí, ubicada en el municipio de Es Mercadal, es otro de los centros que padece los efectos de la DANA. En su caso, el techo de diseño llano, y no inclinado, contribuyó a la gran acumulación de agua en la cubierta del edificio. Su pequeño desagüe no dio abasto con tal cantidad de agua y acabó cediendo, colándose agua por los agujeros de los conductos de electricidad. «Se estropearon algunos colchones y cojines, pero las educadoras lo han tenido fácil para cambiarlos», explica el alcalde, Joan Pallisser. Este lunes, el centro ya había reabierto sus puertas.