Apenas 15 meses después de ponerse al frente del Ayuntamiento de Es Mercadal, Joan Palliser ha topado con una catástrofe natural que ha anulado los ecos de aquel sorprendente pacto con el PP que le dio la alcaldía en las últimas elecciones, en detrimento del PSOE. El edil de L’Entesa ha acelerado su formación en la máxima responsabilidad del municipio con talante y toma de decisiones inaplazables tras la torrentada, en medio del trasiego entre administraciones para conseguir que el Estado, además de las ayudas de Govern y Consell, descargue los millones necesarios en un pueblo atormentado por las pérdidas.
¿Cuál es la imagen que le ha quedado en la retina de lo ocurrido el 15 de agosto?
—Son muchas las que nos quedarán a todos los que hemos vivido estos hechos: las calles convertidas en ríos, los vehículos en el torrente, las casas llenas de barro, los caminos impracticables... Pero yo me quedo con todas las muestras de solidaridad que hubo después. Recordaré siempre el grupo de niños que iban a las casas a ayudar a limpiar.
¿Qué intervenciones provisionales se han hecho y cuáles están listas para los próximos días?
—Desde el mismo día 15 se organizaron los trabajos de limpieza y acondicionamiento del torrente y caminos afectados y se pusieron todos los medios para ayudar a la gente a retirar todo lo que se había estropeado. Al día siguiente las brigadas limpiaron todas las calles más afectadas para evitar incidentes. La Policía Local revisó toda la red de caminos y se retiraron piedras y ramas para que se pudiera circular con seguridad. La brigada de Tragsa condicionó los puntos más afectados del Camí de Tramuntana para permitir el tráfico hasta poder realizar la reparación definitiva. Hemos trabajado en la limpieza y reparación de los edificios municipales afectados y contratado varias empresas para retirar piedras del campo de fútbol y el torrente. Todo se ha hecho coordinado con el Consell y Recursos Hídricos del Govern. Esta semana empezaremos la reparación de caminos y puentes más afectados para poder abrir el de Tramuntana cuanto antes, y será el momento de contratar el resto de obras necesarias en zona urbana y rústica.
¿Recuerda algún caso particular con una afectación mayor?
—Citaré tres: una persona que se ha quedado con su casa completamente vacía porque es una planta baja y quedó todo inservible, un señor que perdió su silla de ruedas adaptada con la torrentada, y todas las fincas que, aparte de los daños sufridos, no pueden hacer venta directa de sus productos por tener el camino cerrado al tráfico.
¿Se ha actuado con la suficiente agilidad para pedir la declaración de zona catastrófica a través de Consell y Govern?
—Desde el Ayuntamiento, con la mayor celeridad posible. En el Consell nos dijeron que había un mes de plazo y que los ayuntamientos debíamos remitir la documentación el 2 de septiembre. Después este proceso se aceleró y nos lo pidieron para el 26 de agosto. El esfuerzo del personal municipal y del equipo de gobierno ha sido enorme. Convocamos el pleno extraordinario solo 24 horas después, y ya se acordó instar a estas administraciones a hacer la solicitud.
¿Ha vuelto a tener alguna comunicación con la ministra Ribera que le haga sentirse optimista? ¿Cuándo cree que obtendrán la respuesta del Gobierno?
—Personalmente no, pero me consta que se ha preocupado y ha estado en contacto con Govern y Consell. Después de sus declaraciones del día 16, junto con las evidencias y valoraciones de los daños, debemos mantenernos optimistas para que el Gobierno lo apruebe cuanto antes.
¿Es el momento de definir una intervención más decidida para acabar con las inundaciones del Camí de Tramuntana y que no se repita el desbordamiento del torrente?
—Lo es para analizar la situación y debatir posibles medidas. Ya se han comentado algunas a nivel técnico y político, e incluso desde Recursos Hídricos ya plantean implantar alguna en la limpieza y reparación del torrente si es posible. Las previsiones del cambio climático indican que episodios de fuertes lluvias pueden haber cada vez más y no podemos quedarnos sin aplicar medidas preventivas.
En función de este cambio climático y la inminente llegada de la temporada de lluvias, ¿se puede tomar ya alguna?
—Lo importante es sacar todo el material arrastrado para evitar que obstaculice el paso del agua cuando haya lluvias intensas. Recursos Hídricos estudia dar mayor capacidad al torrente en algunos tramos para reducir el riesgo de desbordamiento. Ya ha contactado con varios propietarios para ver su disposición a llegar a acuerdos de cesión de terrenos para ampliar el lecho del torrente.
¿Cuántos torrentes, metros de paret seca y qué otras infraestructuras han quedado dañadas?
—La DANA afectó a prácticamente todo el municipio. A nivel técnico se ha estimado que serán necesarias actuaciones en una tercera parte de nuestra red de torrentes, unos siete u ocho kilómetros. En cuanto a la paret seca, desde el Ayuntamiento pensamos que son mucho más de tres kilómetros las que han caído. Muchas fincas han perdido más de 400 o 500 metros, aparte de numerosos huertos y estancias que quizás no forman parte de ninguna asociación agraria y solo han trasladado los datos al Ayuntamiento. Además hay numerosos puentes y caminos, públicos y privados.
¿Qué va a pasar con el campo de fútbol del CE Mercadal?
—En breve contrataremos la redacción del proyecto del cambio de césped de los campos de fútbol 11 y fútbol 5 por emergencia, y nos queda confirmar si la ejecución también puede seguir el trámite de emergencia o lo tendremos que contratar por urgencia. Las dos pistas de pádel necesitan renovar el pavimento, las obras se contratarán en los próximos días a través de un contrato menor y se harán cuando la empresa disponga del material.
¿Cómo valora la reacción de la gente ante la desgracia? ¿Observa un bajón moral?
—La respuesta fue excepcional y solidaria. Quiero agradecer el trabajo de coordinación de voluntariado y de ayuda de Creu Roja y la Associació de Vesines des Mercadal. Muchos payeses salieron a limpiar los viales públicos igual que la colaboración de empresas locales y del resto de Menorca. Algunas no quieren cobrar por los servicios prestados. Han demostrado que Es Mercadal es un pueblo muy solidario y que sabe ayudar a los más necesitados. Creo que la gente del pueblo todavía está algo asustada y muy afectada y se plantea qué mejoras se podrían aplicar. Pasados unos días, ahora se observan personas preocupadas por saber cuándo podrán rehacer los daños en sus propiedades, sobre todo en el campo, y qué consecuencias tendrá todo en su actividad económica. Velaremos desde el Ayuntamiento para que lleguen las ayudas a todos.