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GOLPE AL SECTOR PRIMARIO

La ‘lengua azul’ reaparece en Menorca sin que haya vacuna para combatirla

El primer brote se ha detectado en las ovejas de una finca de Ferreries y se restringe el movimiento de animales vivos dentro y fuera de la Isla

Un rebaño de ovejas, en una finca de Menorca. | Josep Bagur Gomila

| Ferreries | |

La Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural del Govern informó este viernes de la detección de un brote de lengua azul en una explotación de ganado ovino y vacuno del municipio de    Ferreries. Tras la confirmación de este primer foco en Menorca, y después de hallarse la enfermedad en ocho fincas de Mallorca, el Ejecutivo balear ha declarado ambas islas como zona afectada por la lengua azul.

La nueva variante del serotipo 8 de este virus veterinario es mucho más agresiva y con una mayor mortalidad que el serotipo 4, que fue el responsable de la epidemia por esta misma enfermedad declarada en las Illes Balears entre los años 2021 y 2023.

Otro inconveniente es que no se podrá iniciar la campaña de vacunación hasta finales de año, puesto que en la actualidad no hay vacunas disponibles. El Govern se ha puesto en contacto con las dos empresas farmacéuticas que las fabrican a fin de encargar las dosis necesarias en cuanto empiecen a comercializarse.

En el caso de la finca de Ferreries, los positivos se han detectado en ovejas mientras que las vacas que conviven con ellas no han sido infectadas. La Conselleria asegura que ahora «es imprescindible extender las medidas de prevención de desinfección y desinsectación de los animales y las explotaciones ganaderas también en Menorca», lo que supone «restringir el control de movimiento del ganado en vida entre explotaciones», según explica el director general de Agricultura, Fernando Fernández. Asimismo, recuerda que «no se podrá exportar hacia el exterior en zonas libres del virus sin una prueba de PCR negativa».

Ovejas, vacas y cabras

El virus afecta principalmente al ganado ovino y caprino, pero también al bovino, lo que genera un gran temor en el sector ganadero de Menorca, debido al gran número de vacas que hay en la Isla. Una de las actividades económicas del sector consiste, precisamente, en la exportación de terneros vivos destinados a la industria cárnica.

El Govern valora extender la declaración de zona afectada por la lengua azul a todo el archipiélago balear, algo que hará «en coordinación con los consells insulares de Eivissa y Formentera», las únicas islas en las que hasta ahora no se han detectado casos.

Además del nuevo foco confirmado en Menorca, en Mallorca hay hasta la fecha ocho explotaciones ganaderas afectadas, lo que ha supuesto la muerte de más de 20 animales, y se está a la espera de conocer los resultados de las muestras recogidas en fincas ganaderas de Alcúdia y Palma.

Los ganaderos de Menorca se pusieron en alerta hace unos días con la posible expansión de la lengua azul a la Isla. Se esperaba que los mosquitos que transmiten el virus pudieran cruzar el Canal de Menorca y llegar a la Isla en cualquier momento. En el caso de Mallorca, se estima que los insectos llegaron desde la Península arrastrados por las corrientes de aire durante la DANA de mediados de agosto.

Desde el último episodio de lengua azul registrado entre 2021 y 2023, la UniónE uropea había declarado Balears como territorio libre de esta enfermedad en enero de 2024. El nuevo serotipo 8 se detectó el año pasado en el sur de Francia y ya había llegado a España hace unos meses, concretamente a Aragón y Catalunya, donde hasta esta semana ya se habían detectado 287 focos.

Desde el Govern han pedido responsabilidad y cooperación a todo el sector agrario para evitar la propagación de la enfermedad, que se transmite por la picadura de un mosquito.

Se pide especialmente la colaboración de los payeses no profesionales o que tienen ovejas y cabras como afición pero que no ejercen los mismos controles sanitarios que una explotación ganadera profesional, porque estos pequeños rebaños o animales pueden ser reservorios del virus.

El director general señala que, aunque no es obligatorio sacrificar a los animales enfermos, sí lo es informar a las autoridades cuando se detecta un caso.

El apunte

El reto de controlar las cabras silvestres que sean portadoras

La lengua azul es una enfermedad de declaración obligatoria, cuya gestión está regulada tanto por la Unión Europea como por el Ministerio de Agricultura. Está causada por un virus de la familia Reoviridae y se transmite por la picadura de un mosquito de la familia Culicoides. Afecta principalmente al ganado ovino y caprino, pero también al bovino, el mayoritario en Menorca.

Más allá de las fincas ganaderas, profesionales o de aficionados, desde el Govern muestran su preocupación por las dificultades para controlar su propagación entre la población de cabras salvajes, muy abundantes en la zona norte de Menorca. En la Serra de Tramuntana de Mallorca ya se han detectado focos.

La lengua azul no se transmite a los humanos, por lo que no tiene incidencia sobre la salud de la población. No obstante, este tipo de epidemias causan una importante merma y pérdidas a los ganaderos.

La enfermedad tiene un período de incubación de 10 días y en el caso de Mallorca los primeros síntomas se detectaron el pasado 26 de agosto. Dos semanas después se ha confirmado la presencia de la lengua azul también en Menorca.

A partir de ese momento se activaron los protocolos que marca la normativa, registrando los casos confirmados en el Sistema de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE) y, a la vez, iniciando reuniones con los responsables de las cooperativas y organizaciones agrarias.

Ante la falta de vacunas, el Govern recomienda intensificar las medidas de desinfección y desinsectación de las instalaciones, de sus vehículos de transporte y del ganado, además de poner restricciones a la circulación del ganado. Para poder sacar fuera de la Isla los animales vivos se exigirá una PCR negativa.

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