Síguenos F Y T I T R

El exceso de luz nocturna, la otra contaminación que impacta en la salud de los menorquines

El ingeniero aeronáutico y doctor en física Héctor Linares Arroyo lidera el proyecto que se ha presentado ante Menorca Preservation

Iluminación nocturna en el puerto de Maó, uno de los puntos que se consideran críticos. | Katerina Pu

| Menorca |

Menorca está considerada un Destino y Reserva Starlight desde el año 2019, por lo que las instituciones públicas han estado trabajando en la definición de una normativa que debe contribuir a la protección de su cielo nocturno. Pero, ¿se cumplen estas obligaciones?

Con la voluntad de proteger la bóveda insular de la contaminación lumínica, el ingeniero aeronáutico y doctor en física, Héctor Linares Arroyo, lidera el proyecto para combatir este problema, el cual opta a ser financiado por la asociación ecologista Menorca Preservation. De esta manera, se pretende valorar el grado de cumplimiento, seguimiento y vigilancia de la regulación aprobada definitivamente por el Consell en 2021, a la vez que se conciencia a la ciudadanía, empresas y administración pública sobre la problemática.

Situación de la Isla

«Estuve hace cinco años en la Isla y tuve la oportunidad de hacer una pequeña observación durante dos noches. Fue algo muy esporádico, pero me dio tiempo a comprobar que la situación no era catastrófica, aunque sí existe cierto margen de mejora», explica el joven investigador catalán, quien visitó la Isla en 2019 para ofrecer una ponencia sobre la contaminación lumínica.

Aunque su proyecto está a la espera de poder ser admitido por Menorca Preservation, Linares y su equipo ya tienen preparada una planificación del estudio —se iniciaría a finales de otoño y tendría una duración de 6 meses— que llevarían a cabo en la Isla.

El físico admite que los principales puntos de conflicto podrían ser el aeropuerto y el puerto, donde «la normativa es muy rígida por seguridad, aunque siempre hay margen para mejorarlas», además de las instalaciones deportivas, «una batalla en esta materia porque muchas veces su uso no se adecúa al ciclo solar y en ocasiones se iluminan cuando no hay nadie que las utilice».

«En estas normativas siempre hay unos márgenes entre mínimos y máximos. Deberíamos acercarnos siempre a los mínimos y no a los máximos», subraya Linares.

Impacto en la salud

Según cuenta el espcialista, la luz blanca tiene un componente azul que inhibe «la segregación de ciertas hormonas que nos permiten descansar bien», lo que a largo plazo puede acabar derivando en diabetes, obesidad, problemas mentales... «Se ha demostrado que hay un vínculo entre el impedimento del correcto descanso con algunos cánceres relacionados con dichas segregaciones hormonales», advierte.

En este sentido, el científico considera que hay que hacer pedagogía sobre la contaminación lumínica. «Si la gente tiene claros cuáles son sus beneficios y amenazas, las medidas para combatirla serán bien recibidas. De primeras, siempre encontramos un rechazo generalizado porque se asocia la pérdida de luz a la inseguridad. Lo que realmente genera es sensación de inseguridad, pero no se ha demostrado que la intensidad de la luz esté correlacionada con un mayor o menor nivel de seguridad. Las medidas políticas se forman a partir de la opinión pública y no de las evidencias científicas», sentencia Linares.

Todo un especialista con un alto grado de experiencia y recorrido en Canadá

Héctor Linares tiene experiencia coordinando diferentes proyectos para combatir la contaminación lumínica, tanto en Catalunya, como en la región canadiense de Quebec. Fue en esta zona de Canadá donde el investigador vio como su proyecto tuvo un mayor impacto. «Se había construido un invernadero tan grande sin tener en cuenta el ángulo de iluminación, que durante la noche parecía que aún era de día. Toda la luz se escapaba, provocando un gran problema, por lo que hicimos un estudio similar al de Menorca. La administración nos apoyó y la empresa fue muy receptiva, así que conseguimos que se instalase un sistema de cierre para reducir la contaminación lumínica en un 99 por ciento», afirma. En estas zonas tan al norte del hemisferio, algunos países ajustan la luz del alumbrado público según la franja horaria.

Las claves
  1. Menorca aprobó su reglamento en julio de 2021

    La Isla obtuvo el título de Destino y Reserva Starlight en junio de 2019. Dos años más tarde, en julio de 2021, el Consell aprobó de forma definitiva el Reglamento de protección del medio nocturno de Menorca.

  2. El aeropuerto, uno de los puntos críticos

    La emisión de luz artificial se concentra en algunos puntos críticos como son el aeropuerto o el puerto, donde la normativa es muy estricta y complica la realización de posibles modificaciones. Las instalaciones deportivas son otro foco.

  3. Las políticas de Escandinavia como ejemplo a seguir

    En los países nórdicos, entre otros, donde hay pocas horas de sol, el alumbrado diurno utiliza luz blanca rica en componente azul, mientras que para el nocturno se emplea una luz más cálida y respetuosa con la salud visual.

Lo más visto