Las estructuras diocesanas y parroquiales de Menorca «precisan adecuarse a las necesidades de nuestro tiempo para poder ser una Iglesia sinodal y en misión».
Así lo recoge y lo afirma el documento titulado «Caminemos con esperanza», que describe los objetivos y actuaciones de la Diócesis para el curso 2024-2025.
Fue presentado, la tarde de este lunes, en el Seminario de Ciutadella por el obispo Gerard Villalonga y Llorenç Sales, rector de las parroquias de Sant Francesc y El Carme de Maó y delegado de Pastoral Vocacional. Este martes por la tarde será explicado (20.30 horas) en la Casa de l’Església de Maó, y el miércoles, para el arciprestazgo del centro de la Isla, en la iglesia de Santa Eulàlia de Alaior (20 horas).
La Iglesia menorquina se ha propuesto unir dos eventos singulares: la segunda asamblea del Sínodo sobre la Sinodalidad, en la que se presentarán las conclusiones de los trabajos que han realizado las diócesis, y el Jubileo de la Esperanza. «Por ello, la Iglesia de Menorca se propone conjugar estos dos acontecimientos para orientar su trayectoria hacia un ‘camino común como pueblo de Dios’ y aprovechar el momento de gracia que supone la celebración de este jubileo frente a un mundo que se deja llevar por el pesimismo y el recelo», leemos en este documento.
Tres objetivos diocesanos
Consisten en cultivar, vivir y celebrar la esperanza. En primer, lugar, porque la vida cristiana es un camino que necesita momentos fuertes para alimentar y robustecer la esperanza.
Este primer objetivo implica iniciativas que ayuden a fortalecer nuestra vivencia cristiana para ser personas de esperanza. Entre otras, cultivar la plegaria y la formación espiritual.
En segundo lugar, la esperanza no puede quedar a un nivel teórico, dado que ha de tener una traducción práctica en nuestra vida. De ahí la necesidad de adecuar y adaptar las estructuras diocesanas y parroquiales de Menorca a «las necesidades de nuestro tiempo para ser una Iglesia sinodal y en misión».
En el ámbito de la Diócesis, el obispo Villalonga invita a reflexionar sobre los secretariados y otros organismos para concluir qué falta, qué sobra y qué actuaciones llevar a cabo para ser una Iglesia más misionera y que transite por el mismo camino.
En las estructuras parroquiales, el documento de objetivos plantea una valoración sobre el funcionamiento de cada una de las parroquias de la Isla, cómo ser parroquias misioneras y realizar trabajos y acciones conjuntas.