El PSOE de Es Migjorn Gran considera «una tomadura de pelo» a los vecinos y a los afectados por las multas de los radares, el anuncio hecho por la alcaldesa, Antònia Camps, de que todos los ingresos procedentes de dichas sanciones y que superen lo presupuestado se destinarán a cultura y fines sociales.
Los socialistas le recuerdan a Camps que invertir ese dinero en los servicios públicos es «una obligación» y critican, en un comunicado, que la alcaldesa no detalle la cuantía que se invertirá en dichos servicios municipales, «precisamente porque admitiría la pésima gestión económica que ha llevado a cabo el equipo de gobierno del PP en relación a los radares».
La oposición exige a Camps más transparencia con las cuentas de los radares y añade que, si se tienen en cuenta todos los gastos asociados a la puesta en marcha de los radares, «el Ayuntamiento aún no ha ganado ni un solo euro, mientras que una empresa se ha enriquecido».
Según las cuentas expuestas en el pleno extraordinario del pasado agosto, resume el PSOE, los ingresos derivados de las multas de los radares hasta ese mes eran de 505.145 euros, y de ese medio millón la empresa Alumbrados Viarios S.A. se queda el 59 por ciento, eso es, 298.035 euros, en cumplimiento de un contrato que el PSOE insiste en que se rescinda. También hay que restar 108.000 euros de la factura de Correos y 15.000 del contrato con la empresa CGi que gestiona la notificación de sanciones. Los restantes 84.109 euros son los que quedan al Ayuntamiento de Es Migjorn Gran para invertir, una cifra, apuntan los socialistas, alejada del «triunfalismo» de la alcaldesa.