El problema de acceso a la viviendas de alquiler va en aumento y precios que hasta no hace mucho en Menorca se consideraban desorbitados ahora se han convertido en la normalidad. La escasez de oferta y la creciente demanda hace que ahora mismo «sea casi imposible encontrar un piso en Maó de dos habitaciones por menos de mil euros», explican desde Bonnin Sansó.
Tomando como referencia ese precio, mil euros al mes, el programa del Govern permitiría reducirlo un 30 por ciento hasta los 700 euros. Es una rebaja importante, pero el precio sigue estando alejado de las posibilidades de buena parte de la población. No en vano, hay que tener en cuenta que se le exige al inquilino que los gastos de alquiler no supongan más de un 40 por ciento de sus ingresos. Para ello deberá acreditar una nómina de al menos 1.750 euros.
Además tendrá que competir con otros demandantes con mucho mayor poder adquisitivo. El Govern ha establecido el máximo de ingresos para acceder al programa de 60.667 euros al año.