El presidente de la Associació de Productors de Vi de Menorca, César Palomino, quiso explicar durante su intervención las características de la entidad que preside e hizo una radiografía del sector vitivinícola de la Isla. Palomino señaló que la suya es una entidad pequeña en el marco del campo menorquín, que cuenta con un total de trece socios productores de vino, que en ocasiones también producen aceite y gestionan hectáreas de campo, con ganadería, masa forestal y huertos.
En este sentido, señaló que, en total, los asociados trabajan sobre 1.086 hectáreas de campo menorquín, de las cuales 124 son de viñedos. «La asociación se creó en 2003, pero no tenemos mucha actividad, porque nos enfocamos cada día en hacer buen vino, lo que nos parece muy complicado», afirmó.
También quiso poner en valor el impacto de su actividad en la economía de la Isla, y señaló que el año pasado los asociados produjeron 298.972 botellas, de las cuales más del 95 por ciento se vende en Menorca, aunque ahora pretenden avanzar hacia la diversificación. «Para la restauración de Menorca la venta del vino de la Isla generó más de 5,5 millones de euros, un importe que antes se iba a vinos de otros territorios», subrayó.
También destacó que el sector vitivinícola está muy relacionado con la restauración, que es «la punta de flecha para atraer al turismo de calidad». En este sentido, señaló que uno de los retos de futuro es impulsar el enoturismo en la Isla, «algo que todavía está por desarrollar y para lo cual se necesitan ayudas y financiación», pero que permitirá avanzar hacia la desestacionalización y complementar a la restauración. «Será algo muy positivo que todavía está por hacer, pero el vino de la Isla tiene calidad y margen para crecer», aseveró.