Pese a contar desde febrero de 2023 con la Ley de Reserva de Biosfera, que en su artículo 28 permite al Consell limitar la entrada de vehículos a motor en Menorca, siendo la segunda isla en tener dicha capacidad normativa –Formentera fue pionera–, las otras islas están ahora tomando la delantera.
Mallorca dispone y ha hecho público ya su estudio de carga de tráfico sobre sus carreteras. Les sobran entre 93.000 y 122.000 vehículos y el Consell de Mallorca ya ha anunciado su propuesta de presentar una proposición de ley al Parlament que le permita regular la entrada de coches no residentes, que no pagan impuesto en la isla, y su presidente, Llorenç Galmés, del PP, ha logrado para ello un amplio consenso político.Es una iniciativa similar a la de Formentera, que desde 2019 regula la entrada, circulación y estacionamiento de vehículos en temporada alta, y que sigue también los pasos de Eivissa, que tiene en trámite una proposición de ley para aplicar la misma medida.
Tanto Formentera como Eivissa y ahora Mallorca implementan techos de carga sobre su red de carreteras, cuentan con estudios que avalan esa limitación, mientras que Menorca se está quedando atrás en la toma de decisiones sobre una cuestión fundamental, que es determinar si la red viaria ha alcanzado ya el límite que puede soportar en los meses de mayor afluencia turística.
El Consell descartó el estudio encargado en el anterior mandato por el tripartito de izquierdas, que cuantificó en un 30 por ciento el exceso de vehículos sobre las carreteras menorquinas en agosto. El actual conseller de Movilidad, Juan Manuel Delgado, lo consideró un «encargo político» y supeditó cualquier limitación a la entrada de vehículos al techo de plazas turísticas que todavía no ha fijado Ordenación del Territorio y a sus propios estudios. El Consell tiene ahora sobre la mesa tres ofertas de empresas para valorar esa carga de vehículos pero aún no ha elegido ninguna.