La renacida asociación de usuarios del Lago de Cala en Bosc pide a Ports que investigue a la empresa que desde hace 30 años lleva el puerto deportivo, Nexport. El colectivo reclama al ente portuario que no le renueve la concesión por el hecho «inadmisible, e incluso delictivo», de exigir a los usuarios un incremento «desorbitado» de las tarifas cuando su gestión se extingue, en principio, el 6 de abril de 2025.
En un extenso comunicado, los usuarios acusan a Nexport de haber «abusado» de la concesión que obtuvo en 1995, «al haberse atribuido funciones que no le pertenecen». Es el caso, dice la asociación, de la zona del varadero, «donde ha venido realizando actividades propias de un polígono industrial».
El presidente de la entidad, Tolo Torres, solicita a Ports que «realice una auditoría y abra las investigaciones necesarias para aclarar si la actuación de la concesionaria se ha ceñido o no a la ley». Es más, denuncia que durante los meses de verano se sobreexplotan los amarres y se ocupa el puerto por encima de lo legalmente permitido, agravando de este modo el riesgo de accidente.
La asociación pretende defender así al «pequeño propietario, que tiene una barquita y lo único que quiere es disfrutar de un rato de ocio, pescar o navegar tranquilamente por el litoral». Una práctica que ve amenazada por «la ambición desmedida de una concesionaria que pretende multiplicar por cuatro el precio de mantenimiento del amarre», obligando así a los usuarios a tener que renunciar a su barca «y a esta forma de vida tan nuestra, heredada de padres a hijos».
La «codicia de unos pocos»
«No podemos permitir que la codicia de unos pocos trunque la ilusión y el bienestar de muchos», dice el presidente de la entidad, quien expresa su «total rechazo a las actuaciones y amenazas que la todavía concesionaria de los amarres ha proferido estas semanas» públicamente.
Hace unos meses, los usuarios recibieron una carta de Nexport en la que les exigía «el pago del canon del año que viene, con una subida espectacular de la tarifa». Todo ello sin que haya acreditado ni tenga aprobada ninguna prórroga de la concesión más allá de abril del próximo año.
La única inversión realizada, asegura, ha sido para instalar unos pantalanes, pero «para beneficio exclusivo de la concesionaria» y que, además, han sido sufragados entre los propios amarristas. Ports reclama también las tasas que ha dejado de pagarle estos últimos años.
BielEsos cálculos era para amarres fijos todos el año, que supongo no serán el 100%. En todo caso, los que son de alquiler esos dos meses dudo mucho que sean al mismo precio por día, supongo serán unos euros más que los 15€ día que se pagará por un 7x3. Cuánto? Unas 10-15 veces más? Pues ya está, el precio ya es el mismo. Mi comentario hacía una referencia a los ingresos, tengo clarísimo que cualquier actividad conlleva la asunción de gastos fijos y variables, pero bueno con unos ingresos de 1.060.000€ y un canon de 70.000€ quedan 900.000€ para poder pagar esos gastos, que entiendo dan de sobra. Si no fuese así no habría interés de la concesionaria por seguir ni el de otros por entrar. Aquí el que tiene que hacerse prevaler es Ports IB y mirar de una vez por el ciudadano residente y no permitir que un simple espacio donde poder amarrar un barco, de unos 20 metros cuadrados, acabe costando el alquiler de un piso. Yo creo que si además la concesionaria actual también entendiese eso, los usuarios del puerto les apoyarían en su opción de prorrogar la concesión en lugar de tenerlos a todos completamente en contra.