La Obligación de Servicio Público (OSP) experimental que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha puesto sobre la mesa del Consell para la ruta entre Menorca y Barcelona propone un tope de 170 euros por trayecto sin bonificación para residentes (42,5 euros con descuento). Esta propuesta, duramente criticada por las compañías aéreas y recibida con recelo por la máxima institución insular, cobra sentido cuando se llegan fechas de gran demanda como el puente de la Concepción.
Los viajeros que no programan –o no pueden programar– sus viajes con suficiente antelación se están encontrando con un problema recurrente que esta OSP pretende resolver, la escalada de precios en los vuelos más demandados. Viajar la tarde de este jueves (con una búsqueda hecha el martes) tiene un precio de entre 246 y 280 euros, lo mismo que hacerlo el viernes por la mañana. En el único vuelo vespertino para regresar el domingo, que sale de Barcelona a las 18 horas, los billetes de la única compañía que opera la ruta en invierno, Vueling, se venden a 280 euros también.
Peligros
La imposición de un precio máximo impediría que los precios subieran hasta esas cotas, pero las compañías aéreas han advertido a través de su patronal de que existe el peligro de que topar los billetes tenga el efecto de subir de forma generalizada las tarifas, que baje la demanda y que, en consecuencia, las compañías respondan con una menor oferta, empeorando la conectividad de la principal ruta aérea menorquina. El Consell está a la espera de recibir más datos del Ministerio sobre la conexión para posicionarse claramente al respecto.
¿OSP? No gracias