Las pruebas invasivas a mujeres embarazadas, como la amniocentesis, antes muy habituales para diagnosticar alteraciones genéticas en el feto, han caído drásticamente en Menorca tras veinte años de implantación del cribado prenatal combinado de primer trimestre, que consiste en una analítica de sangre y una ecografía específica. A principios de los años 2000 se realizaban unas 140 amniocentesis al año, cifra que cayó a 37 en 2005, y en 2024 se han realizado solo dos pruebas invasivas.
Desde que en 2004 se puso en marcha el cribado prenatal en el Hospital Verge del Toro, entre 14.000 y 15.000 mujeres se han sometido a esta prueba, que ofrece mayor sensibilidad y resultados más tempranos que el cribado de segundo trimestre. Todas las mujeres pueden realizar esta prueba, eliminando la práctica anterior de realizar amniocentesis por criterio de edad (mayores de 35 años).
El éxito del programa fue posible gracias al trabajo conjunto de los equipos de tocología y bioquímica del Hospital Verge del Toro. La doctora Ana Follana, jefa de bioquímica en 2004, lideró la implantación junto con el doctor Juan Carlos Hermoso, jefe de ginecología, y otros médicos como Myriam Ribes, Jorge Casal, Rocío Ortega y Pedro Suárez.
En esa época, el cribado de segundo trimestre, realizado desde las 14 semanas, era menos avanzado, con una tasa de detección de posibles alteraciones cromosómicas del 60 %. El cribado de primer trimestre, introducido en Menorca, se basa en una analítica y un examen ecográfico con translucencia nucal, que se realiza entre las 11 y 13 semanas. Su tasa de detección alcanza el 80 % y reduce significativamente los falsos positivos, evitando pruebas invasivas y la ansiedad materna asociada.
En 2003, mediante un concurso público, se adquirió el equipo necesario para esta técnica avanzada. Menorca se adelantó incluso a hospitales de referencia en Balears, convirtiéndose en pionera en la implantación del test combinado, más seguro y eficaz, contribuyendo a un cambio histórico en la atención prenatal de la Isla.
... me extraña no ver por aquí a ningún fanático antiabortista, de esos que son muy religiosos, tanto que desearían imponer su visión religiosa del mundo a todos los demás... supongo que porque en la intimidad, son los primeros que solicitan la información prenatal como cualquier hijo de vecino...