Si usted es un aficionado a la meteorología, quizás se habrá dado cuenta de que desde hace unos meses media Menorca no está cubierta por el radar de lluvia y que una zona 'está gris'. La razón es que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) está renovando el dispositivo instalado en Mallorca, que abarcaba toda la zona de Balears. Mientras se realizan los trabajos de sustitución, se usan los radares de Barcelona y Valencia para observar cómo llegan las lluvias al archipiélago, aunque estos no alcanzan a cubrir la parte de llevant de Menorca y el sur de Mallorca.
Desde finales de enero se desconectó el radar instalado en Cap Blanc (Llucmajor, Mallorca), que estaba en servicio desde hace 18 años y era utilizado para hacer el seguimiento de las precipitaciones y su intensidad. El Ministerio para la Transición Ecológica, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea, está sustituyendo todos los radares meteorológicos de España, con un presupuesto aproximado de 64 millones de euros. El de Mallorca es uno de ellos, y los trabajos de sustitución se han alargado un poco más de lo previsto, por lo que no se espera que concluyan hasta finales de mayo. Entonces, según explica Jorge Rodríguez, portavoz adjunto de la AEMET en Balears, se volverá a poner en funcionamiento el antiguo radar, mientras que el nuevo se prevé que esté operativo a partir de enero de 2026.
Un radar meteorológico es un instrumento utilizado para detectar y analizar fenómenos atmosféricos como la lluvia, la nieve y el granizo. Funciona emitiendo pulsos de microondas hacia la atmósfera, que se reflejan al encontrar partículas de precipitación. Al recibir estos ecos, el radar puede determinar la ubicación, intensidad y tipo de precipitación presente en una zona determinada.
Pues bien, los nuevos dispositivos incorporarán un sistema de polarización dual, a diferencia del anterior, que solo tenía una única polarización. ¿En qué se traducirá esto? En que serán más precisos e incluso capaces de distinguir el tipo de precipitación. «Podremos diferenciar si caen gotas de lluvia, nieve o granizo, y su intensidad; y además, identificar datos no meteorológicos, como insectos o aves», explica Rodríguez. Estos sistemas serán especialmente útiles en situaciones de DANAs (Depresiones Aisladas en Niveles Altos), ya que su observación en tiempo real es fundamental para «la predicción a corto plazo, el análisis de la estructura vertical de las nubes y la estimación de los vientos con los que están impulsadas».
Mientras tanto, explica Rodríguez, se están utilizando otras herramientas que sustituyen al radar para realizar la previsión del tiempo y el seguimiento de situaciones de lluvia, aunque no son tan precisas. Es el caso de las imágenes de los satélites Meteosat, que desde hace unos meses son de tercera generación, «con mayor resolución y más canales». Sin embargo, la puesta en marcha de los radares supondrá un salto importante en las previsiones.
Transició Ecològica...mes bé mos han llevat es presupost i no el renovaran...aixic funcione es govern Central de sa exministraTeresa Ribera. 2026? Podem esperar aseguts, ni amb sa agenda 2030 el veurem...