El próximo miércoles día 30 se despide el periodo de Obligación de Servicio Público (OSP) en la ruta aérea Menorca-Madrid, que ha durado medio año y que desde el primer mes se vio constreñida por una oferta de plazas y frecuencias que no cubrían la fuerte demanda. Mayo supone la entrada en competencia de Ryanair, que ya se nota en los precios, un billete con la aerolínea irlandesa para volar desde la capital a la isla cuesta prácticamente la mitad que si se viaja con Iberia, incluido el pago de la maleta de mano con la low cost, que se cobra aparte.
El puente del 1 de mayo, que en Madrid coincide con la celebración el día 2 de la fiesta de la Comunidad, está «muy vendido ya», afirman en las agencias de viajes consultadas, los vuelos están llenos y los billetes que quedan, sin descuento de residente, cuestan más de 500 euros en Ryanair y unos 800 euros, haciendo escala en Palma, con Iberia. No son fechas representativas de cómo queda la ruta en cuanto a horarios y precios precisamente por ese macropuente para los madrileños.
Otro fin de semana de mayo, del 16 al 18, las tarifas bajan para un no residente a 415 euros ida y vuelta con Iberia y a 217 euros (con maleta de mano) en Ryanair, con la que el viaje reduce su precio casi a la mitad. Para un menorquín ese mismo billete, aplicando el descuento, costaría 124 euros con la tarifa más barata de Iberia, y 89 euros con la básica (sin maleta de mano) de Ryanair.
La finalización de la OSP supone sin embargo un empeoramiento en los horarios, ya que desaparece el vuelo a primera hora de la mañana (7 o 7.05 horas), que es el que permite hacer las conexiones sin problemas para otros vuelos o, en el caso de un viaje en el mismo día, con el vuelo de vuelta de la OSP entre 20 y 21 horas, aprovechar la jornada al máximo. «Lo ideal sería que el avión a Madrid durmiera siempre aquí, es fundamental, con la salida a las 7 de la mañana puedes enlazar con cualquier vuelo», señala una agente de viajes.
Ya es el colmo que facilitando tarifas, se den quejas de las comodidades y horarios que no encajan en los caprichos del viajero. A ver si les tocara remar o una travesía de muchas horas de navegación al destino. Colón les debe parecer un superhéroe. Si lo disponible es tal, pues adaptarse a los horarios. O compren su avión propio.