«El momento del diaconado tiene, como efecto jurídico, tu incardinación en la Diócesis de Menorca. Gracias por tu generosidad. No te desanimes nunca», manifestó el obispo Gerard Villalonga en la homilía de la ordenación del joven Miguel Àngel Riera Català como nuevo diácono.
La Catedral de Ciutadella acogió la Eucaristía en la que este joven de Manacor, de 25 años, recibió la ordenación diaconal tras haber realizado los estudios eclesiásticos en el Seminario de Toledo.
Numerosos fieles participaron en lo que fue una jornada de alegría para la Iglesia menorquina. Entre ellos, los familiares más próximos, que se habían desplazado desde Mallorca; una representación de la parroquia de Nostra Senyora dels Dolors de Manacor; formadores del Seminario de Toledo y catorce seminaristas.
Miquel Àngel Riera, que el año pasado expresó al obispo Gerard ser presbítero de Menorca, concluirá en junio los estudios para ejercer como profesor de Religión. A partir de septiembre empezará a ejercer su ministerio pastoral en la Isla, siendo asignado a una parroquia, y dentro de unos meses podrá recibir la ordenación presbiteral.
Acentos distintos
Dirigiéndose al nuevo diácono, el pastor de la Diócesis menorquina dijo: «Ya has visto durante estos días de tu estancia entre nosotros que valoramos mucho la comunión y la fraternidad, respetando los acentos distintos que cada uno aporta y que enriquecen a todos».
«La familia diocesana te acoge con gozo y alegría. Quizás pueda ayudarte en tu ministerio la consideración de esta frase, que no me he cansado de repetir durante todo el proceso sinodal: siempre los unos con los otros, nunca los unos sin los otros», proclamó el titular de la sede episcopal de Severo.
Recordó el prelado que «diácono significa servidor. Este mismo nombre te recuerda especialmente que no has venido a hacerte servir, sino a servir y siempre habrás de tener como referencia el ejemplo de Jesucristo que lavó los pies a los apóstoles, mostrándote así el camino a seguir como diácono».