El Ayuntamiento de Alaior será hoy el segundo de la Isla en fijar los criterios que deben aplicarse, dentro de su ámbito de competencias, para la legalización de aquellas construcciones en rústico irregulares que reúnan determinadas características, como tener las infracciones prescritas y carecer de expedientes sancionados en curso.
La propuesta que el equipo de gobierno eleva hoy al pleno no va mucho más allá de los parámetros que establece la ley autonómica que abrió esta vía de legalización de hortals. De hecho, desde el propio equipo de gobierno aseguran que se han ceñido a lo que indica la citada normativa. Así las cosas, legalizar una construcción irregular en rústico en Alaior será bastante menos exigente que en Maó, el primero de los municipios de la Isla que aprobó sus criterios propios.
Así las cosas, mientras Maó exigía en energía la plena autonomía o un 60 por ciento de producción propia con determinados parámetros, Alaior requiere que se reduzca el consumo de energía primaria con la adopción de algunas de las medidas que se plantean, acreditando la mejora de la clase energética del edificio.
En cuanto al agua, el propietario deberá acreditar una reducción de la demanda hídrica anual con sistemas como los depósitos de recogida y la reutilización de aguas grises o pluviales. Se plantean vías alternativas siempre y cuando la reducción de demanda quede certificada, o justificar que ya se ha alcanzado el máximo de ahorro posible. En Maó, por ejemplo, los depósitos grises y pluviales son preceptivos.
Por últimos, en cuanto a los criterios estéticos, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alaior remite a lo establecido en el Plan General de Ordenación Urbana, que establece, entre otras cosas, una adaptación del diseño de la construcción a su entorno, la prohibición de carpintería metálica o el uso de colores tierra o blanco.
Este es el PP de Alaior: Legalizar construcciones ilegales, permitir piscinas ilegales de los propietarios ricachones de hoteles...