La presidenta del Govern balear, Marga Prohens, quiso poner en valor el acuerdo presentado ayer entre los consells de Mallorca y Eivissa, que permitirá a esta última isla enviar sus residuos a la planta de incineración de Son Reus, en Palma, ante la inminente clausura del vertedero de Ca na Putxa (Eivissa), que ya ha alcanzado su límite operativo. «Quiero agradecer a los presidentes Marí y Galmés su capacidad de ponerse en el lugar del otro, su sensibilidad, su espíritu de colaboración y su convicción de que, al final, todas las islas formamos parte de una misma comunidad», subrayó Prohens.
La presidenta también remarcó la necesidad de encarar sin demora los retos que plantea la gestión de los residuos en las Islas, algo que, a su parecer, no se hizo durante los últimos gobiernos de izquierdas. «En vez de ponernos de perfil, como en los últimos ocho años, este Govern decide abordar los problemas de Balears», afirmó.
Vertedero cero
Prohens también aseguró que los vertederos representan un problema ambiental para el Archipiélago, y señaló que, con el acuerdo alcanzado entre Eivissa y Mallorca, «Balears dará un paso definitivo hacia el objetivo de vertedero cero, tal como marcan las directivas de la Unión Europea». «Este paso, además, va en la línea de la apuesta de este Govern y de los cuatro consells hacia unas islas más sostenibles, verdes y respetuosas con el medio ambiente», añadió.
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