El Ayuntamiento de Ferreries someterá hoy a votación en pleno la aprobación del primer régimen sancionador vinculado a las fiestas de Sant Bartomeu. El texto irá acompañado de una actualización del protocolo festivo, que recoge algunos cambios que ya se venían aplicando en los últimos años, pero que aún no se habían formalizado.
Según informa el consistorio, el nuevo documento no solo oficializa modificaciones menores en la organización, sino que también establece un marco normativo que define las infracciones, sus causas y las penalizaciones correspondientes, tanto para los miembros de la qualcada como para la Junta de Caixers.
La falta más destacada es la participación en la qualcada por parte de personas condenadas o con medidas cautelares vigentes por delitos de violencia de género o maltrato animal. Esta infracción se considera muy grave, y conlleva la sanción más elevada.
Leves, graves y muy graves
Entre las faltas leves figuran comportamientos como alterar el orden de la qualcada, incumplir el protocolo, bloquear aceras con caballos o no colaborar en tareas voluntarias, como el reparto del tradicional aigua ros.
Las infracciones graves incluyen asistir con vestimenta de caixer a actos no oficiales sin comunicarlo, no velar por la seguridad del caballo o de las personas, abusar del uso del fuet, montar en estado de embriaguez o hacer uso del móvil, fumar o beber sobre el animal. También se consideran graves la acumulación de dos faltas leves.
En cuanto a las muy graves, además de los antecedentes penales, se incluyen los conflictos entre jinetes, las faltas de respeto y el incumplimiento de actos protocolarios. De igual manera, también se consideran muy graves la acumulación de dos faltas graves.
¿Y las sanciones? Estas, como explican desde el Ayuntamiento, no implican multas económicas, sino que se basan en la prohibición temporal de participar en la qualcada y en la Junta de Caixers. Una falta leve se salda con una amonestación escrita; una grave, con un año sin montar (dos si se pertenece a la Junta); y una muy grave, con dos años fuera de la qualcada y cuatro en el caso de formar parte de la Junta.
«El objetivo no es castigar, sino garantizar que se respetan los protocolos y el espíritu de la fiesta», explica el alcalde, Pedro Pons, quien subraya que este marco normativo busca reforzar el compromiso de los jinetes con las normas.
Finalmente, Pons también destaca una de las modificaciones menores del protocolo que se oficializarán en el pleno. Se trata de los criterios que determinan qué caixers pueden considerarse de Ferreries.
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