Tras años en los que el programa ‘Vacances en Pau’ ha estado a punto de desaparecer en Menorca por la falta de familias colaboradoras, este verano la iniciativa resurge con fuerza. Un total de seis niños del desierto llegan a la Isla para pasar los meses de julio y agosto con familias de acogida de Alaior, Es Castell, Sant Lluís y Maó.
Un paréntesis estival que les permite huir de las temperaturas de hasta 50 grados que se viven en sus campamentos, donde también escasea el agua y los alimentos. En concreto, llegan a Menorca dos niños y cuatro niñas, todos ellos de diez años. Una vez en la Isla recibirán asistencia médica, con revisiones ya concertadas con el Servei de Salut para prevenir o tratar enfermedades graves y mejorar su calidad de vida.
Entre julio y agosto tendrán la oportunidad, asimismo, de participar en las escuelas de verano de los distintos municipios y conocer la forma de vida de Menorca, su cultura y gastronomía, a la que no están habituados.
La presencia de estos niños también busca sensibilizar a la población local sobre las duras condiciones de vida en la antigua colonia española, donde «la ayuda internacional se ha reducido drásticamente desde la pandemia», lo que ha empeorado aún más las condiciones de vida en los campamentos.
El programa Vacances en Pau se organiza desde hace décadas por la Associació d’Amics del Poble Sahrauí de Menorca y cuenta con la colaboración del Fons Menorquí de Cooperació.
Me fascinan más los niños saharauis, conozco unos cuántos ya creciditos viviendo y trabajando en España que la fascinación que me pueda causar la cabra de los legionarios.