Cincuenta millones de euros de inversión pública –y otros 30 comprometidos por el sector privado– para ejecutar los grandes proyectos pendientes del puerto de Maó en poco más de cinco años. Es el objetivo que se ha marcado la Autoridad Portuaria de Balears (APB), que ayer presentó el ambicioso plan Horizonte 2030 para la rada mahonesa, una hoja de ruta que ha empezado a caminar y que alcanzará su punto culminante con las tres grandes obras llamadas a transformar radicalmente el frente marítimo de la ciudad: la nueva estación marítima del Cós Nou, la reordenación integral de toda la ribera sur y la remodelación de Cala Figuera para convertirla en zona de amarre y servicios para grandes yates.
Estación marítima
La mayor inversión está reservada para la nueva estación marítima del Cós Nou, 21 millones de euros. El presidente de la APB, Javier Sanz, se desplazó ayer a la Isla para presentar el proyecto básico a los principales usuarios del puerto (fuerzas de seguridad, operadores logísticos, autoridades y otros agentes).
La intervención ocupará una superficie de 85.000 metros cuadrados entre las explanadas de preembarque, aparcamientos, accesos y la edificación, de unos 4.000 metros cuadrados, energéticamente autosuficiente y con oferta de restauración con vistas a la ribera sur.
El ente portuario tiene previsto recibir en septiembre el proyecto constructivo y será entonces cuando arranque el proceso de licitación de las obras, con la previsión de que la nueva estación ya sea una realidad a finales del año 2027. No obstante, los trabajos previos ya han comenzado con una obra imprescindible, la reforma de la carretera de acceso al Cós Nou, que está en marcha.
Cabe recordar que la actual estación provisional, montada con estructuras de la antigua naviera Iscomar, está en funcionamiento desde 2015. Ya estaba sobre la mesa entonces, desde antes de que se construyera el dique de Son Blanc de Ciutadella, una megaestación de alrededor de 6.000 metros cuadrados. El coste era entonces de 15 millones, pero en los casi 15 años que han pasado los costes de construcción se han disparado.
Reordenación ribera sur
El proyecto con un mayor impacto entre los ciudadanos, visitantes y usuarios del puerto será la llamada reordenación de la ribera sur del puerto, desde la Colársega hasta Cala Figuera, una intervención sobre unos 2,5 kilómetros que le cambiará la cara por completo al frente marítimo. La APB ya anunció que no encargaría el proyecto hasta abrir un proceso participativo. Ya ha adjudicado a la empresa Nearco los trabajos para recabar las impresiones de los usuarios del puerto. Para ello se habilitará una página web para hacer llegar las propuestas y hacer el seguimiento del proceso.
Las intenciones generales del ente portuario son, entre otras, ampliar aceras, pacificar el tráfico, aumentar la superficie destinada al ocio, habilitar zonas de sombra y fomentar la movilidad sostenible con medios de transporte que permitan recorrer sin emisiones toda la ribera sur del puerto. El próximo mes de septiembre y con un plazo previsto de unos tres meses se desarrollará ese proceso participativo, que debe culminar con conclusiones concretas de máximo consenso. La APB tiene prevista para estas intervenciones una inversión de ocho millones y confía en que las actuaciones empiecen a ejecutarse en 2028.
Cala Figuera
El otro gran proyecto que está pendiente –la previsión es empezar las obras en el año 2029– es la transformación de Cala Figuera, con una inversión de 15 millones de euros en una marina especialmente destinada a los buques de grandes esloras. Se prevé la consolidación del muelle este para una futura concesión administrativa para la gestión de amarres de pequeñas esloras y todo el muelle oeste se reservará para las grandes esloras, urbanizando la zona con el mismo estilo arquitectónico que marcará la transformación de la ribera sur del puerto.
Otras actuaciones
El plan de la APB para 2030, una fecha que según su presidente «marcará el inicio de una transformación profunda que consolidará el puerto de Maó como un referente insular» son la rehabilitación de los edificios del ente en el Moll de Ponent, la ampliación del muelle de cruceros (4,7 millones), el acondicionamiento del muelle del Cós Nou (con una inversión todavía por determinar), el nuevo vial de acceso a la zona, que está en marcha con un coste de 2,8 millones, y la nueva rotonda previa (700.000 euros).
No arreglen es pont del lago i vols que es gastin 50 kilos a un port secundari?hahshahaha