La intensa ola de calor que ha azotado Menorca durante los últimos días está a punto de llegar a su fin. Según las previsiones meteorológicas, a partir del miércoles se producirá una notable refrescada que supondrá un alivio para los menorquines tras jornadas de temperaturas extremas.
El responsable de este cambio es la llegada de una masa de aire más fresca que comienza a penetrar por la vertiente atlántica. Este fenómeno está provocando ya un descenso térmico notable en la mitad occidental y vertiente cantábrica de la Península, extendiéndose de forma más moderada a Balears y Catalunya, lo que normalizará los valores para la época del año.
Durante estos días de transición, se abrirán las puertas a precipitaciones de poca importancia que podrían extenderse hasta el domingo. Los chubascos del miércoles serían los más intensos debido a la influencia directa de la DANA, aunque se prevé que sean irregulares y con acumulados poco significativos.
Avisos antes de la refrescada
Para este lunes es el último día de calor extremo en Menorca y se mantiene el aviso amarillo por altas temperaturas, siendo el último aviso de calor con temperaturas que pueden alcanzar los 35 grados.
El martes estará marcado por un aviso amarillo por rissaga de 9:00 a 16:00 horas, con oscilaciones del nivel del mar de hasta 0,7 metros.
Precisamente, el martes se esperan temperaturas entre 22°C y 34°C, con cielo nuboso donde predominarán las nubes medias y altas. Existe la posibilidad de alguna precipitación débil, ocasional y aislada que podría ir acompañada de tormenta. Las temperaturas diurnas comenzarán su descenso, mientras que el viento del este soplará flojo, intensificándose por la tarde.
Para el miércoles, el termómetro oscilará entre 22°C y 31°C, con intervalos nubosos y probabilidad de chubascos ocasionales que podrían ir acompañados de tormenta. Se producirá un descenso notable de las temperaturas diurnas, y el viento del este girará por la tarde hacia el norte y nordeste.
El jueves las temperaturas descenderán hasta situarse entre 21°C y 29°C, con predominio de poco nuboso aunque no se descartan precipitaciones débiles ocasionales. Por la tarde se formarán nubes de evolución diurna que podrían ocasionar algún chubasco aislado con posible tormenta, mientras que el viento soplará flojo del norte.
Durante el fin de semana, las temperaturas se estabilizarán entre los 20°C y 30°C, manteniéndose en valores más acordes con la época estival pero alejándose de los extremos registrados en días anteriores.
Un respiro tras días extremos
Esta normalización térmica supone un alivio después de jornadas en las que las temperaturas han superado valores récord en diferentes puntos de España. Aunque no se hablará de frío en pleno agosto, el cambio será notable y las condiciones serán más confortables para residentes y visitantes de la isla. La llegada de esta masa de aire más fresca desde el Atlántico no solo afectará a Balears, sino que se extenderá por toda la Península Ibérica, marcando el fin de una de las olas de calor más intensas del verano.
Pues para los 33 grados que hacia se estaba mejor que con los 28 y 80% de humedad de siempre