Correos electrónicos, mensajes de texto o WhatsApp y llamadas de teléfono, así como el uso de nuevas herramientas informáticas son el día a día de la gestión de reservas en los restaurantes menorquines para afrontar un problema recurrente, sobre todo en agosto: las reservas fantasma o no-show, aquellos clientes que piden que se les guarde una mesa y luego ni avisan ni aparecen. También utilizan el prepago de una cantidad o fianza con cargo a la tarjeta bancaria, pero son los menos, este método implica de entrada una desconfianza hacia el consumidor y hay negocios que prefieren no usarlo.
«Afortunadamente, nosotros tenemos gente en cartera, y me sabría mal cargar un prepago a clientes que, en muchos casos, son asiduos, aunque entiendo que lo hagan otros restaurantes, sobre todo con grupos a partir de cuatro o seis comensales», explica Javier Riaño, propietario de En Caragol, en Biniancolla.
Eso sí, en este restaurante como en muchos otros de la Isla la gestión de las reservas –trabajo que realiza el hostess del establecimiento–, es rigurosa. Se envía un mail de confirmación y luego recordatorios de la reserva, vía mail y teléfono móvil, y si no hay respuesta y han pasado 15 minutos, la mesa se destina a otros clientes. En otros establecimientos el margen oscila entre 15 y 30 minutos, depende mucho de las características del restaurante y de su ubicación.
En Es Borinot, situado en la céntrica Plaça Colón de Maó, entienden que los clientes se pueden retrasar porque el aparcamiento es complicado, sobre todo para los turistas que no conocen la ciudad y deben estacionar en la periferia. «Igual vienen de otra zona de la Isla o se confunden, preferimos pensar que no lo hacen de mala fe pero sí, alguna vez nos pasa, a pesar de que cogemos el teléfono y llamamos para confirmar», explica un trabajador. El día más ajetreado de este restaurante, que no tiene espacio interior sino 28 mesas en terraza, es el martes, cuando se organizan las Nits de Música al Carrer, y sus reservas llegan generalmente vía telefónica y también a través de su presencia en redes sociales.
Despistes e imprevistos
La aplicación TheFork, una de las más utilizadas para realizar reservas en restaurantes, ha elaborado una encuesta entre sus usuarios este verano y las principales razones que esgrimen para dar plantón a un restaurante son el despiste, los imprevistos de última hora y la vergüenza.
Además, entre enero y julio TheFork constata que Menorca se sitúa entre las zonas con las tasas más altas de reservas fantasma, un 4,2 por ciento, junto con Segovia, un 5 por ciento, y Eivissa, un 4 por ciento. Por el contrario, Bizkaia (2,5 por ciento), A Coruña y Murcia (ambas un 2,7 por ciento respectivamente) fueron las provincias con las ratios más bajas de clientes que no se presentaron ni avisaron.
Preguntados por este comportamiento, un 55 por ciento aseguró que se despistó, que hizo una reserva y se le olvidó, y por tanto tampoco llamó al restaurante para cancelar. Este es un motivo que confirma uno de los negocios consultados, Sa Lliga Marítim. «Si en un día hay diez o doce reservas con TheFork en una o dos de las mesas no vienen, suelen ser mesas pequeñas, y una de las razones es que hacen la reserva con tanta antelación que se les ha olvidado, o hacen la reserva en tres o cuatro sitios a la vez», explican desde este restaurante en el puerto de Maó.
Muchos comensales, sabiendo que julio y agosto son meses complicados para hallar una mesa en el local que quieren, reservan hasta un mes antes, pero después, y pese a que reciben el correo electrónico de confirmación, ya no recuerdan que apalabraron ese sitio y en consecuencia «se les olvida cancelarla». Un 38 por ciento de los encuestados señalan que no se presentaron porque les surgieron imprevistos de última hora que no les permitieron avisar al establecimiento; por último, un 7 por ciento reconoce que le dio vergüenza llamar para cancelar y simplemente lo dejó pasar.
Todo ello a pesar de las facilidades, ya que los establecimientos consultados dedican personal y herramientas informáticas a gestionar las reservas y confirman por mail a sus clientes. Para luchar contra esta mala práctica TheFork acaba de lanzar una nueva herramienta, integrada en su software de gestión, que es la preautorización con tarjeta bancaria. Gracias a ella los restauradores pueden verificar si es válida y hacer una retención temporal del prepago.
Bueno si el precio de un viaje a Menorca se Iguala a un viaje a la Riviera Maya yo con mi poder adquisitivo, me iría a comer bocadillos a la Riviera.