La asociación de usuarios de amarres de gestión directa Es Jonquet, muestra de los pequeños amarristas que se alojan en el puerto de Maó, después de la reunión que mantuvo este martes, ha decidido emprender una doble vía con el objeto de defender sus derechos y detener lo que, según temen, apunta a ser una privatización absoluta de todos los servicios de la rada (situando el foco, sobre todo, en el Moll de Llevant y en el Moll de Ponent).
Por un lado, se ha contactado con una abogada, que prestará asesoramiento legal y definirá la hoja de ruta para contener lo que los amarristas definen de «atropello» constante desde Autoridad Portuaria de Balears (APB).
La letrada «nos advirtió que APB funciona así, en plan ‘ordeno y mando’, pero nos dio a entender que podría haber infringido la Ley de Transparencia», explica Antoni Barber, presidente de la asociación «Es Jonquet», quien deja claro que de momento no se contempla iniciar un pleito, «pero sí estar asesorados y contar con vías para poder tener por escrito lo que APB decide; a partir de ahí, detectar posibles grietas en fallos de forma, de procedimiento, de falta de transparencia... y llegado el caso, tendríamos una base para poder presentar una demanda».
Los amarristas, que una vez han contactado con la abogada entienden que se han enfrascado en una vía menos ruidosa que promover según qué acciones de protesta, pero que en cambio apunta a ser «más prometedora y efectiva; es un reto nuevo».
«La sensación es que APB seguirá con el procedimiento de traspaso de gestión directa a indirecta, que simplemente significa privatizar, tenemos que armarnos ante eso», abunda Barber, en alusión a la problemática que ahora concierne a unos cuantos amarristas, «pero que en el futuro puede afectarnos a todos».
«Es triste que la Administración, que debería tener una vocación de servicio, nos trate así, como súbditos», añade.
Por otro lado y en paralelo, los pequeños amarristas del puerto han iniciado una campaña de concienciación, pero siempre alejada de posiciones o medidas extremas. La primera acción, en ese contexto, ha sido el reparto de octavillas –ayer–, en la zona del puerto del Moll de Llevant, de 60x40 centímetros de tamaño e ilustradas con un dibujo que simboliza una señal de tráfico que reza; «Stop privatización de amarres».
A su vez, los amarristas no cierran ningún diálogo con APB, pero «que no nos engañen más», concluyen.
ChloeSe mucho más q tú. Y de la foto esa muchos llevan años sin mover la barca , que las barbas les llegan al suelo marino